Receta de Alubias blancas con butifarra
Bocadillo de butifarra
Si hay una comida que nos trae buenos recuerdos de nuestra luna de miel es la butifarra amb mongetes. Butifarra catalana con alubias. En los mostradores de la parte trasera del Mercat de la Boqueria de Barcelona comí mi primer plato de esta especialidad y estaba delicioso. En retrospectiva, podría decir que ese fue el momento en el que empecé a interesarme por el arte del embutido.
Desde entonces he querido hacer mi propia butifarra, pero no había sido capaz de encontrar una buena receta. Así que me hizo mucha ilusión ver una en Charcutería. Sin embargo, al mirarla me di cuenta de que es una butifarra muy básica, más o menos sal y pimienta. Sí, hay variaciones que utilizan un poco de canela o pimienta de Jamaica, pero en su mayor parte es un simple. Huh. Que tal eso. Supongo que incluso podría haber tropezado accidentalmente en hacerlo de alguna manera. De hecho, ¡como que lo hice!
Hace un tiempo jugueteé con un poco de pimienta negra ahumada y eché un poco en una salchicha haciendo una salchicha de sal y pimienta. Es bastante sabrosa, hace que la salchicha sepa un poco a beicon y queda muy jugosa. De todos modos, ya que es una salchicha de sal y pimienta pensé que iría bien con judías blancas como mi botifarra, y definitivamente lo hace.
Alubias cannellini
Un rival de la haba es la judía blanca y en la Península Ibérica no se cansan de comerlas. Esta es la sencillísima butifarra con judías de Cataluña. Es difícil saber cuál es la estrella de este espectáculo, si la butifarra catalana o la judía ibérica.
Elaborada generalmente con magro de cerdo de muslo y paletilla, tocino, pimienta negra molida gruesa y sal marina, la butifarra se caracteriza por sutiles variaciones y añadidos específicos. Entre ellos, sangre, huevos, foie gras, ajo, miel, hígado, setas, cebollas, perejil y arroz, singularmente y en combinaciones, y cada charcutero codicia su propia receta.
Pinchar las salchichas, freír a fuego lento en su propia grasa, un poco de mantequilla y aceite de oliva. Retirar las salchichas, mantener calientes. Añadir las alubias a la sartén, freír suavemente durante varios minutos. Servir con las salchichas, adornadas con ajo y perejil.
Sucedáneo de butifarra
Este guiso español de alubias blancas con chorizo está tan bueno que todos creerán que has pasado horas en la cocina. El chorizo le da un sabor tan bueno a las alubias que incluso a los que no les gustan probarán una cucharada o dos. Y quién sabe, ¡puede que los conviertas en amantes de las alubias!
La combinación de alubias y carne es muy común en la cocina mediterránea y se puede encontrar en muchos países de todo el mundo. Últimamente, la he utilizado en mi receta de pitacos greco-mexicanos (¡estoy hablando de unos deliciosos tacos de carne picada y alubias hechos con pan de pita!)
Ten en cuenta que si utilizas el chorizo con moderación podrás incluir este plato en tu plan de Dieta Mediterránea. El chorizo aromatiza perfectamente las alubias terrosas y en combinación con la salsa de tomate nos da un plato único. Puedes utilizar un chorizo picante o dulce, según tus gustos.
Personalmente, soy un amante de las alubias. ¿Por qué? Porque incluso cuando se hacen con los ingredientes más sencillos (como estas alubias blancas al estilo toscano), las alubias tienen algo extra reconfortante, algo que aporta calidez a mi corazón. O quizá sea porque se consideran el alimento nacional de Grecia.
Butifarra cerca de mí
Una vez frito todo, se echan las rodajas de tomate y la sal. Después de unos cinco minutos añadir el vino y el anís. No añadir mucho anís (licor), sólo unas gotas. Dejamos que se evapore el alcohol, echamos las alubias y dejamos que se mezclen un par de minutos y añadimos agua hasta que cubra la alubia. Por último, añadir pimienta.
Pasados unos diez minutos, añadimos la salchicha entera llena de agujeros que hemos hecho previamente para que no se rompa en trozos. Esperamos otros diez minutos y probamos para ver si hay que añadir más sal a las alubias. Si las alubias siguen duras las dejamos cocer un poco más y si es necesario añadimos un poco más de agua a medida que se vayan poniendo tiernas si no hay suficiente caldo.