
Receta de Betún de miel
Hormigón celular
La responsabilidad medioambiental se construye a partir de acciones individuales, tanto grandes como pequeñas. El Ayuntamiento de Tampere tiene una larga historia de acción medioambiental, un ejemplo de la cual zumba afanosamente de flor en flor.
Desde entonces se ha aumentado el número de colmenas, y el año pasado el jardín de la azotea ya albergaba 200.000 abejas, que produjeron 130 kilogramos de miel. Juhana Paturi, Chef Ejecutivo del Tampere Hall, afirma que, con los años, se ha enamorado de las abejas y de todo lo relacionado con la miel.
“En los intermedios, los espectadores pueden tomar un panal con el té, y ahora también tenemos velas de cera de abeja. Además, hemos creado una barra de muesli con miel que Linkosuo produce para nosotros”, detalla Paturi.
Los restaurantes de Tampere Hall utilizan la miel del colmenar como complemento y sustituto del azúcar en muchas recetas, como los asados de tubérculos, a los que da un toque final perfecto. Paturi afirma que los clientes siempre se sorprenden y quedan encantados al saber de dónde procede la miel. La miel de Tampere Hall pertenece a una de las variedades de miel más apreciadas, la miel de tilo, y no ha dejado de recibir elogios por su tentador sabor.
Jonathan Johansson – Amor y devoción – Trailer
El uso de la mumiya como medicina comenzó con el famoso remedio persa mumiya de pissasfalto negro para heridas y fracturas, que se confundía con materiales bituminosos negros de apariencia similar utilizados en la momificación egipcia. Los traductores latinos medievales interpretaron erróneamente que se trataba de momias enteras. A partir del siglo XII y hasta el siglo XIX, las momias y el betún procedente de ellas ocuparon un lugar central en la medicina y el arte europeos, así como en el comercio egipcio[5].
El betún o asfalto tenía muchos usos en el mundo antiguo, como pegamento, mortero e impermeabilización. Los antiguos egipcios empezaron a utilizar el betún para embalsamar momias durante la Dinastía XII (1991-1802 a.C.)[6][7].
Según los historiadores de la farmacia, la momia pasó a formar parte de la materia médica de los árabes, según Muhammad ibn Zakariya al-Razi (845-925) e Ibn al-Baitar (1197-1248)[8] Los médicos persas medievales utilizaban el betún/asfalto como ungüento para cortes, contusiones y fracturas óseas, y como medicamento interno para las úlceras de estómago y la tuberculosis. Obtenían los mejores resultados con un pissasphalt negro que se filtraba de una montaña de Darabgerd (Persia)[9] El médico griego Pedanius Dioscorides, en su obra De Materia Medica, publicada en torno a 50-70, consideraba que el betún del Mar Muerto era medicinalmente superior al pissasphalt de Apollonia (Iliria), ambos considerados un sustituto equivalente de la escasa y cara mumiya persa[10].
Cómo limpiar manchas de aceite en el asfalto
El betún, también conocido como asfalto o alquitrán, es una forma negra, aceitosa y viscosa de petróleo, un subproducto orgánico natural de plantas en descomposición. Es impermeable e inflamable, y esta extraordinaria sustancia natural ha sido utilizada por los seres humanos para una amplia variedad de tareas y herramientas durante al menos los últimos 40.000 años. En el mundo moderno se utilizan varios tipos procesados de betún, destinados a pavimentar calles y techar casas, así como aditivos del gasóleo u otros gasóleos. La pronunciación del betún es “BICH-eh-men” en inglés británico y “by-TOO-men” en norteamericano.
El betún natural es la forma más espesa de petróleo que existe, compuesta por un 83% de carbono, un 10% de hidrógeno y cantidades menores de oxígeno, nitrógeno, azufre y otros elementos. Es un polímero natural de bajo peso molecular con una notable capacidad para cambiar con las variaciones de temperatura: a temperaturas más bajas, es rígido y quebradizo, a temperatura ambiente es flexible, a temperaturas más altas el betún fluye.
Los yacimientos más conocidos son el lago Pitch de Trinidad y el pozo de alquitrán de La Brea (California), pero también hay yacimientos importantes en el Mar Muerto, Venezuela, Suiza y el noreste de Alberta (Canadá). La composición química y la consistencia de estos yacimientos varían considerablemente. En algunos lugares, el betún sale de forma natural de fuentes terrestres, en otros aparece en forma de charcos líquidos que pueden endurecerse hasta formar montículos, y en otros rezuma de filtraciones submarinas y aparece en forma de bolas de alquitrán en playas arenosas y costas rocosas.
Fabricante de biodiésel y betún oxidado
Estos vapores perfumados tienen una larga historia como repelentes de malos olores, demonios, bichos y plagas. Se utilizaban (sobre todo en la época premoderna) para modificar el sentido de la realidad o intensificar los estados emocionales. Por eso son un elemento central de muchas costumbres religiosas, espirituales, meditativas y relacionadas con la muerte en todo el mundo. A lo largo de los años se han utilizado maderas, plantas y resinas en la producción de incienso, pero el ingrediente más extraño con diferencia son los restos secos y pulverizados de cadáveres humanos.
Cabe destacar la etimología de la palabra momia. Mumyia es la palabra persa para asphaltum (también conocido como betún, betún de Judea o asfalto natural) y procede de la raíz persa “mum”, que significa cera. El betún es una forma viciosa del petróleo que parece “sudar” o “arrancar” gotas blandas de sí mismo de las partes más duras de la sustancia.
Se desconoce el cruce etimológico exacto del persa al árabe, pero la palabra árabe para designar los cuerpos momificados, Mumiyah, es anterior a su uso en las lenguas europeas. El árabe adoptó la palabra persa porque, en el mundo de habla árabe, ya en el siglo IV de nuestra era se sabía que la momia/bitumen, o incluso la cera de abejas, era una parte esencial del proceso de conservación de los cuerpos de los antiguos egipcios.