
Receta de Yemas de Santa Teresa
Yemas de ávila
Este delicioso manjar tiene una rica historia en España y es una especialidad de muchas pastelerías, sobre todo en la ciudad de Ávila. Es un postre tradicional español muy rico y cremoso, sencillo de hacer, pero que requiere un poco de paciencia.
Verter el agua en un cazo y añadir el azúcar y la piel de limón. Llevar a ebullición y cocer a fuego lento hasta obtener un almíbar bastante espeso. Retirar el cazo del fuego antes de que el almíbar tome color. Desechar la piel de limón.
Batir las yemas en un recipiente hondo con un batidor de varillas y verterlas lentamente en el almíbar, sin dejar de remover. Volver a poner el cazo al fuego, manteniendo la llama al mínimo, y remover lenta y continuamente durante 3 ó 4 minutos con una cuchara, hasta que las yemas empiecen a cuajar. La mezcla empezará a despegarse de las paredes y el fondo del cazo mientras se cocina.
Retire del fuego y pase la mezcla a un plato para que se enfríe. Cuando se haya enfriado, tome pequeñas porciones de la mezcla y forme bolas del tamaño de una nuez. Páselas por azúcar glas, que las cubrirá bien, y guárdelas en el frigorífico hasta el momento de servirlas.
Yemas de huevo
Dulce en forma de pequeñas esferas elaboradas a partir de una pasta de almíbar y yema de huevo con azúcar, y recubiertas de azúcar glas. La denominación “Yemas de Santa Teresa” corresponde a una marca registrada perteneciente a la empresa Yemas de Santa Teresa S.A. de la ciudad de Ávila (Castilla y León), que a su vez hace referencia a la tradición originada por las monjas de dicha ciudad, cuna de Santa Teresa de Jesús.
Se deshacen en la boca sin necesidad de ejercer ninguna presión. La textura interior contrasta con el crujiente exterior de azúcar, y persiste en boca. En el paladar se percibe una sensación clara y plena de yema de huevo, que recuerda al dulce conocido como tocino de cielo, con un dulzor persistente.
El proceso de elaboración comienza con la preparación de un almíbar a base de azúcar y agua, cuidando que no alcance el punto de caramelo. Una vez separada de la clara, la yema se cuela para eliminar impurezas y la membrana que la rodea.
A continuación, esta yema fresca se mezcla con el azúcar y se pone al fuego, removiendo continuamente hasta que se convierte en una pasta cremosa de color amarillo anaranjado. A medida que se calienta se va espesando hasta alcanzar su punto óptimo. Una vez en este estado, se coloca en bandejas de acero inoxidable y se deja reposar entre 24 y 48 horas hasta que se endurece y se forma una costra en la parte superior a medida que empieza a secarse.
Receta de yema de huevo confitada
Yemas de huevo confitadasEstas yemas dulces se encuentran por toda España, pero suelen asociarse a Castilla, y especialmente a Ávila, cuna de Santa Teresa. Siempre había considerado estas yemas confitadas demasiado dulces y pesadas, hasta que probé las que producen las Yemas Santa Teresa de Ávila. Las yemas deben prepararse un día antes de servirlas, ya que necesitan reposar 24 horas en el frigorífico.
Recetas de postres españoles: Muchos de los postres más conocidos de España son las suaves, cremosas y ricas natillas -elaboradas con la leche y los huevos de alta calidad del país-, como el flan, la crema catalana y el tocino de cielo.
Postres españoles
Yema significa YEMA DE HUEVO en español. ¡Sorpresa! ¡Sorpresa! ¡Estos caramelos parecen yemas de huevo! Estos caramelos me cautivaron desde la primera vez que los vi y probé. Aunque parecen yemas de huevo conservadas en azúcar, en realidad son un suave caramelo de crema pastelera. He visto yemas de huevo curadas en sal que se parecen a estos caramelos, pero éstos son caramelos totalmente cocidos, dulces, brillantes y deliciosos.
Su origen es incierto, pero hay varias opiniones sobre su procedencia. Una teoría supone que fue una pastelería de la Edad Media en Andalucía llamada “Flor de Castilla” la primera en vender un dulce con el nombre de “Yemas de Santa Teresa”. Don Isabelo Sánchez, fundador de la pastelería “La Dulce Aviles” (hoy “Flor de Castilla”) en Ávila comercializó el dulce en 1860 con el nombre de “Yemas de Santa Teresa”. El éxito del plato fue grande y otros pasteleros de Ávila pronto empezaron a vender pasteles similares a los que llamaron “Yemas de Ávila”. Otra teoría atribuye la invención del plato a los monjes del convento de Teresa de Ávila.