Receta de Tortilla de patatas española
Tortilla de patatas
La versión española se hace friendo patatas cortadas en rodajas finas en aceite de oliva virgen extra, luego colocando esas rodajas en una sartén (preferiblemente una sartén de hierro fundido), cubriéndolas con huevos batidos y cocinándolas hasta que cuajen.
En este momento todavía no he visitado España, pero si usted lo ha hecho y recuerda una versión favorita de la tortilla española, por favor, háganoslo saber en los comentarios. A los que este concepto les resulte totalmente nuevo, les animo a que prueben esta receta, ¡creo que les gustará!
Las patatas cerosas como las Yukon Gold o las patatas nuevas de piel roja funcionan bien en este plato. Esta receta está pensada para una sartén de 9 pulgadas de diámetro. Si su sartén es más grande, añada un par de huevos. Si su sartén es de 12 pulgadas, añada 4 huevos, otra patata y otra cebolla de verdeo.
La información nutricional se ha calculado utilizando una base de datos de ingredientes y debe considerarse una estimación. En los casos en que se indican varias alternativas de ingredientes, se calcula la nutrición del primero de ellos. No se incluyen las guarniciones ni los ingredientes opcionales.
Tortilla de desayuno
La tortilla de patatas se conoce en España como “tortilla”. Puede servirse sola como aperitivo con un cóctel, o caliente con una ensalada para cenar. Es uno de los clásicos españoles. Es una receta sana, deliciosa, barata y fácil de preparar.
Las temperaturas del horno son para convencional; si se utiliza ventilador forzado (convección), reducir la temperatura 20˚C. | Utilizamos cucharadas y tazas australianas: 1 cucharadita equivale a 5 ml; 1 cucharada equivale a 20 ml; 1 taza equivale a 250 ml. | Todas las hierbas son frescas (a menos que se especifique lo contrario) y las tazas están ligeramente envasadas. | Todas las verduras son de tamaño medio y están peladas, salvo que se especifique lo contrario. | Todos los huevos son de 55-60 g, a menos que se especifique.
Ideas de recetas de tortilla
Daniel se unió al equipo culinario de Serious Eats en 2014 y escribe recetas, reseñas de equipos y artículos sobre técnicas culinarias. Antes fue editor gastronómico en la revista Food & Wine y redactor de la sección de restaurantes y bares de Time Out New York.
He aquí un reto para usted: Mencione un plato que pueda tomarse como tentempié, aperitivo y plato principal; que esté igual de delicioso frío que caliente; que casi todo el mundo esté dispuesto a comer a cualquier hora del día o de la noche; que sea tan perfecto para la fiambrera de su hijo como para acompañar una bebida fuerte; que se considere tanto del dominio de los cocineros caseros como de los chefs de restaurante; y que esté compuesto sólo de unos pocos ingredientes muy corrientes.
Ahora viene la parte más extravagante de la receta: freír en aceite. Es extravagante porque se necesita mucho aceite: mi receta requiere unas dos tazas, y es 100% aceite de oliva virgen extra, que no es precisamente barato. Algunas recetas modernas para cocineros caseros utilizan bastante menos aceite, pero no sale igual. A mí me gusta seguir el camino tradicional.
Tortilla española
Cuando me fui a vivir a España en los años 70, cenaba huevos casi todas las noches. Y no era el único. Lloviera o hiciera sol, en cualquier estación del año, al caer la noche, el ruido de los tenedores batiendo los huevos para la tortilla de patata resonaba por todo mi barrio. En cuanto se apagaba el ruido, oía el siseo de las cebollas y las patatas rehogándose en aceite de oliva, seguido de olas de delicioso aroma que flotaban en el aire.
Los españoles comen tortilla de patatas a cualquier hora del día, caliente para cenar o comer, a temperatura ambiente como tentempié a media mañana o acompañada de una copa de vino en un bar de tapas. Para los viajes largos en coche y los picnics, es la comida que más suelen llevar: algo portátil y que les llene y que puedan comer sin complicaciones. A día de hoy, lo considero un alimento reconfortante para todas las estaciones.
La tortilla de patatas no tiene nada de pintoresca ni de esponjosa. Con forma de tarta redonda porque adopta la forma de la sartén en la que se cocina, la tortilla española es un plato robusto y sustancioso a base de huevo, cebolla y patatas, una especie de frittata. En mi época de estudiante en Valladolid, iba a un pequeño bar no muy lejos de la universidad a por un trozo de la tortilla más grande que había visto nunca. Lo que más me gustaba era su sabor picante porque estaba aderezada con guindillas, el pimiento picante favorito de España.