Receta de Sopes al estilo Guadalajara
Sopes con carne
Los sopes son tortillas de maíz gruesas con bordes elevados que se cubren con distintos ingredientes, dependiendo de la región. Tapatío es la palabra que usan los mexicanos para referirse a cualquier cosa de Guadalajara, y esta versión lleva capas de frijoles negros de tortuga, chorizo a la mexicana y salsa verde. Es un plato bastante sencillo, pero requiere práctica para hacerlo como un lugareño, ya que hay que dar forma a los sopes mientras están calientes.
Las temperaturas del horno son para horno convencional; si se usa ventilador forzado (convección), reducir la temperatura 20˚C. | Utilizamos cucharadas y tazas australianas: 1 cucharadita equivale a 5 ml; 1 cucharada equivale a 20 ml; 1 taza equivale a 250 ml. | Todas las hierbas son frescas (a menos que se especifique lo contrario) y las tazas están ligeramente envasadas. | Todas las verduras son de tamaño mediano y están peladas, salvo que se especifique lo contrario. | Todos los huevos son de 55-60 g, a menos que se especifique.
Para hacer los frijoles negros, escurrir las judías y ponerlas en una cacerola a fuego medio con la cebolla, la hoja de laurel y 2 cucharaditas de sal. Cubrir con agua fría y dejar cocer a fuego lento. Cocer durante 1½ horas o hasta que estén muy blandos. Escurrir y enfriar.
Cocina de Patti
Se considera que Guadalajara, capital del estado de Jalisco y una de las grandes ciudades coloniales de México, encarna el alma del país. Es famosa, incluso en el mundo exterior, por su bello entorno, sus verdes parques adornados de flores y sus lugares de interés cultural e histórico, su apasionante folclore, su cocina gourmet, su gente guapa y su auténtica artesanía. Por sus innumerables atributos, viajeros, escritores y sus propios habitantes la han calificado como la Ciudad de las Rosas, la Ciudad de las Fuentes, la Perla del Occidente Mexicano y la Ciudad Real.
Crecí en una granja en las praderas del oeste de Canadá, donde mi vista incluía campos de trigo y, durante los años malos, polvo. Ésa era mi imagen del mundo hasta que viajé a otras partes del globo. Descubrí ciudades con una larga historia, una arquitectura espectacular y tradiciones y culturas milenarias. Mi pequeño mundo de granjero en el sur de Saskatchewan se ampliaba año tras año a medida que me familiarizaba con las muchas atracciones que ofrece el mundo. Y Guadalajara era uno de ellos.
Receta de sopes
SopesSopes con salsa rojaNombres alternativospellizcada, garnachaTipoantojitoLugar de origen MéxicoIngredientes principalesmasa de maíz, verduras, carne, frijoles refritos, queso, lechuga, cebolla, salsa roja o verde (salsa)
El sope es un plato tradicional mexicano que consiste en una base de masa frita con aderezos salados. También conocido como picadita (en Tierra Caliente, Guerrero)[cita requerida], es originario del centro y sur de México, donde en ocasiones se le conoció como pellizcadas. Es un antojito, que a primera vista parece una tortilla inusualmente gruesa con aderezos de verduras y carne.
La base de masa se fríe con los lados pellizcados y se cubre con frijoles refritos, queso desmenuzado, lechuga, cebolla, salsa roja o verde y crema agria. A veces también se añaden otros ingredientes (sobre todo carne) para crear diferentes sabores y estilos.
El sope se ha extendido por todo el territorio mexicano y se elaboran miles de variantes regionales. Aunque los sopes son tradicionalmente mexicanos, muchos países centroamericanos han adoptado este plato en su cocina, con ingredientes ligeramente diferentes, y muy parecido a las enchiladas salvadoreñas.
Pati’s mexican table temporada 6 episodio 10 recetas
Recuerdo la fecha con exactitud, porque era un día después del sexto cumpleaños de Sami. Llevaba meses enseñándoles a él y a sus dos hermanos, Alan, que entonces tenía 8 años, y Juju, que sólo tenía 1, a hacer sopes todas las noches durante al menos 3 meses.
Me ponía tan nerviosa enseñarles delante de un público que, en lugar de contarles nuestro cuento habitual sobre un mono imaginario y travieso llamado Waba-Waba, les hacía una demostración de cocina cada noche. Fueron tan cariñosos, amables y pacientes como lo son conmigo hasta el día de hoy, no se quejaron y fingieron estar haciendo sopes conmigo.
Empecé las clases en el Instituto en un intento de compartir mi amor por la cocina y la cultura mexicanas y de intentar abrir una ventana mucho más amplia a su riqueza, diversidad y sorprendente accesibilidad. Quería ayudar a romper conceptos erróneos sobre nuestra comida y nuestra gente e invitar a la gente del norte de la frontera a hacer uso de nuestros ingredientes, técnicas y recetas para enriquecer sus propias cocinas.
El primer plato que compartí fueron sopes. Incluso encontré una foto de ese día… y puedes ver a Rosa y a mí mostrando cómo hacer sopes de muchas maneras, con nuestras manos, usando un rodillo, con una prensa para tortillas…