Receta de Ajiaco colombiano
Receta de ajiaco cubano
El ajiaco es una sopa de patata y pollo muy popular en Colombia, Cuba y Perú. La receta de sopa de pollo y patata es especialmente popular en Bogotá, la capital colombiana. Los ingredientes opcionales varían según la región, así que elige según tus gustos. Esta sustanciosa receta de sopa de ajiaco es fácil de preparar en casa.
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¿De qué está hecho el ajiaco colombiano?
Es una sopa sustanciosa hecha con tres tipos diferentes de papas (criolla, sabanera y pastusa), pollo, hojas de guasca y media mazorca de maíz. La mayoría de las veces, el ajiaco se acompaña con un plato de arroz y una rodaja de aguacate.
¿El ajiaco es de Colombia?
El ajiaco es un plato que se encuentra en Colombia, Perú y Cuba. El plato se remonta a Cuba en el siglo XVI, pero no hay una historia clara ni una explicación sobre su origen y significado. Algunos creen que se originó en la tribu indígena de los taínos.
¿Qué sopa comían en Encanto?
Ajiaco es la sopa que toma la Familia Madrigal durante la fiesta de compromiso de Isabela.
Sopa de pollo colombiana
Por ejemplo, durante la escena de la cena de compromiso de Isabel con los Guzmanes, las dos familias se sientan a comer Ajiaco Colombiano, una sopa tradicional colombiana hecha con pollo, patatas y maíz.
Saltear. En una olla u horno holandés, añade aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio-alto. Añadir las cebollas cortadas en dados y cocinar durante 3-5 minutos, hasta que empiecen a ablandarse y se vuelvan translúcidas. Añada el ajo y las cebollas de verdeo cortadas en rodajas y cocine sólo hasta que estén fragantes, o aproximadamente un minuto.
Adorne y sirva. Añadir sal y pimienta al gusto, si es necesario. Servir con un chorrito de nata espesa o un poco de crema agria. Decore con más cilantro fresco, alcaparras y rodajas de aguacate si lo desea, y sirva con arroz blanco si lo desea.
Guascas
Kenji es el antiguo director culinario de Serious Eats y actual asesor culinario del sitio. También es columnista gastronómico del New York Times y autor de The Food Lab: Better Home Cooking Through Science.
Todas las patatas son originarias de los Andes, y Colombia tiene una gran variedad de ellas, siendo las mejores las pequeñas, amarillas, cremosas y mantecosas papas criollas. Se comen fritas, asadas con sal, hervidas o -el método favorito de mi mujer- cocinadas en ajiaco, una clásica sopa de pollo y patatas de las montañas que rodean Bogotá.
Extraordinariamente sencilla en su ejecución (verter y hervir), su atractivo radica en el uso de tres tipos diferentes de patatas, que van de la fécula a la cera. Cuando la sopa hierve a fuego lento, las patatas feculentas se deshacen por completo, espesando la sopa hasta darle una consistencia lujosamente cremosa, mientras que las papas criollas aportan un sabor terroso y mantecoso. Las patatas cerosas permanecen más intactas, añadiendo un contraste de textura. Las guascas, una hierba autóctona de la montaña con un aroma intermedio entre el laurel, la hierba gatera y el perejil, añaden un sabor distinto (se pueden utilizar simplemente hojas de laurel y perejil).
Sopa colombiana
Un viaje a Colombia no sólo implica descubrir una nueva y apasionante cultura o hermosos lugares de interés. También significa meterse en la boca tanta comida deliciosa como le permita el estómago. Por supuesto, no le estamos diciendo que se atiborre, pero buena suerte si intenta resistirse a un humeante tazón de Ajiaco en la cara.
El ajiaco es uno de los muchos platos regionales colombianos que no puede irse del país sin probar. Es una sopa sustanciosa hecha con tres tipos diferentes de patatas (criolla, sabanera y pastusa), pollo, hojas de guasca y media mazorca de maíz. La mayoría de las veces, el ajiaco se acompaña con un plato de arroz y una rodaja de aguacate. A veces se sirve una ración de alcaparras y algo parecido a la nata agria para mezclar con la sopa si se desea.
Alguien que no haya estado nunca en Colombia podría pensar que el ajiaco es sólo una sopa colombiana, pero el plato tiene vínculos muy específicos con la región andina de Colombia. Montañosa y fría, la zona de Bogotá es la más conocida por servir Ajiaco. El clima y el suelo se combinan para crear las condiciones perfectas para el cultivo de la patata. Así que, si está en Bogotá, no deje de coger una cuchara, o incluso un cucharón, y prepárese para algo sustancioso y sabroso.