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DAIQUIRI FLORIDA
El daiquiri de papá
Ofrecemos increíbles bebidas congeladas, selecciones de comida deliciosa para los amantes del marisco y la tierra por igual servido por el personal de espera más amable around.FEATURED MENU ITEMSGOOD TIMES, GREAT VIBESWe garantizan para crear y ofrecer una experiencia de calidad, buenos tiempos y grandes vibes.We se centran en proporcionar alimentos de alta calidad y bebidas con recetas únicas.
Ofrecemos increíbles bebidas congeladas, deliciosas selecciones de alimentos para los amantes del marisco y la tierra por igual servido por el personal de espera más amable around.FEATURED MENU ITEMSSIESTA FIESTAPLATTERGulf camarones, vieiras de la bahía y los dedos de mero ligeramente empanadas y dep frito y servido sobre una cama de papas fritas y hush puppies con el Caribe casera, tártara y salsas de cóctel. $25.99GROUPERSANDWICHFilete de 6 oz, a la parrilla, frito, salteado, ennegrecido o jerk (cuando esté disponible).$19.99LOS MÁS VENDIDOSLOS MÁS VENDIDOSBAT SH*# CRAZYELECTRIC LEMONADEDECECK DIESELBOWL OF FRUITLOCATIONSLOCATIONS
Daiquiri nuclear
¿Te puedes creer que el Memorial Day esté ya a la vuelta de la esquina? Aquí en Florida, el tiempo en mayo es bastante caluroso e implacable. ¿Quién no querría refrescarse y celebrar el día con un cóctel helado?
Por recetas como ésta, te alegrarás de haberte tomado el tiempo de congelar algunas de nuestras fresas en febrero o marzo. No tendrá que esperar demasiado a la cosecha de 2011, pero hasta entonces, utilice las fresas congeladas de Florida y dese una palmadita en la espalda por ser un genio culinario.
Al pensar en cócteles americanos, probablemente no se le venga a la cabeza un daiquiri. Los daiquiris suelen relacionarse con los países de habla hispana y tiene sentido, ya que su nombre procede de una playa de la ciudad cubana de Santiago.
Pero ¿sabía que el daiquiri es en realidad un invento de los estadounidenses sedientos de un cóctel refrescante? Se rumorea que a principios del siglo XX, unos mineros estadounidenses crearon el cóctel dándole el nombre de la playa cercana al bar de origen de la bebida, Daiquiri.
Daiquiri no 5
Preparado originalmente como la mezcla más sencilla de tres ingredientes básicos (ron, lima y azúcar), durante el último siglo el daiquiri se ha cargado con todo tipo de equipaje, desde fresas, plátanos y mangos (con demasiada frecuencia en forma de imitaciones con sabores artificiales) hasta zumo de lima de imitación y enormes máquinas para sorber.
Aunque es fácil tachar las numerosas adaptaciones de esta bebida clásica de retoques innecesarios o de herejía descarada (en función de lo exaltado que se esté con este tipo de cosas), eso es demasiado simplista. Si se prepara correctamente, un daiquiri con un par de fresas frescas en la coctelera o con un poco de hielo picado en la batidora puede ser una maravilla.
Incluso los camareros que convirtieron La Habana en un paraíso para los sedientos estadounidenses durante la Ley Seca añadieron ocasionalmente toques especiales al daiquiri. Aquí hay uno que merece la pena: El Floridita Daiquiri.
Llamado así por el bar de La Habana que acogió a miles de bebedores de daiquiri en su día, con el notable ejemplo de Ernest Hemingway (que tenía su propia versión de un daiquiri que los camareros del Floridita le preparaban a granel), el daiquiri El Floridita toma la plantilla básica del daiquiri original y le añade un ligero, aunque sabroso, retoque con un toque de licor aromático de marrasquino. Es un pequeño cambio en el daiquiri, pero que da a una bebida ya excepcional un poco de profundidad y gravedad.
Daiquiri de miel
El rey del cóctel en Cuba: El hombre que inventó el daiquiri favorito de Hemingway : The Salt Ganarse un puesto en la lista de las bebidas más queridas del escritor no era moco de pavo. Pero el barman Constantino Ribalaigua, del ya bicentenario El Floridita de La Habana, creó un cóctel aún legendario.
A Ernest Hemingway le gustaba madrugar. Escribía mejor por la mañana, de pie frente a su máquina de escribir, pulsando las teclas tan rápido como le venían las palabras. Era una suerte, porque a las once de la mañana el calor de La Habana empezaba a invadir su habitación alquilada en el Hotel Ambos Mundos. No podía pensar, y mucho menos escribir. Si los alisios soplaban bien, Hemingway podía dirigirse al puerto de La Habana, donde su barco, el Pilar, estaba atracado en los años treinta. Pero otros días, bajaba en el ornamentado ascensor enjaulado de la habitación 511 al vestíbulo y salía a la calle bañada por el sol. Desde el Hotel Ambos Mundos hasta El Floridita, el bar favorito de Hemingway, sólo había diez minutos a pie por La Habana Vieja. Entre el calor y la mañana que pasaba encerrado en su pequeña habitación, Hemingway siempre estaba sediento cuando llegaba a El Floridita.