Receta de Ajiaco de papa
Qué es el ajiaco
Esta deliciosa y cremosa sopa de pollo colombiana no lleva nata. El ajiaco se espesa con patatas y maíz, y contiene mucho pollo tierno desmenuzado, verduras y patatas, lo que la convierte en una comida muy satisfactoria.
El ajiaco es una sopa muy sustanciosa, casi un guiso. En esta receta, el caldo es rico y cremoso pero sin nata ni lácteos. Se hace con caldo de pollo, puré de maíz y patatas ralladas. Una vez que la sopa se ha cocinado hasta alcanzar una consistencia maravillosamente espesa, se añaden más maíz y patatas, junto con pollo desmenuzado, zanahorias, cilantro y zumo de lima.
Los muslos de pollo están deliciosos cuando se salpimientan, se rocían con un poco de aceite de oliva y se asan en el horno durante 20 minutos. Luego se pueden desmenuzar fácilmente y añadir a la sopa.
El ajiaco es un plato muy popular en Bogotá, la capital de Colombia. Mi versión se inspira en el clásico plato colombiano, pero no es exactamente igual. Si busca el ajaco tradicional, aquí tiene una receta auténtica.
Guasca para ajiaco en inglés
Una receta clásica de ajiaco hecha con diferentes tipos de papas, especias, pollo, maíz, guascas a (hierba colombiana) y servida con alcaparras y crema. Esta sopa de pollo colombiana es espesa, reconfortante y saciante.
Cada región de Colombia tiene sus propias especialidades y platos característicos. Por ejemplo, en Bogotá, la capital del país, el ajiaco es un plato muy popular. Reconfortante, saciante y absolutamente deliciosa, esta sopa de pollo colombiana es la comida perfecta para el frío.
Sobre Erica DinhoMe llamo Erica, nací y crecí en Colombia y ahora vivo en el noreste de Estados Unidos con mi marido y mi familia. Este blog fue inspirado por mi abuela, Mamita, que era una increíble cocinera tradicional colombiana.
Ajiaco wikipedia
Kenji es el antiguo director culinario de Serious Eats y actual asesor culinario del sitio. También es columnista gastronómico del New York Times y autor de The Food Lab: Better Home Cooking Through Science.
Todas las patatas son originarias de los Andes, y Colombia tiene una gran variedad de ellas, siendo las mejores las pequeñas, amarillas, cremosas y mantecosas papas criollas. Se comen fritas, asadas con sal, hervidas o -el método favorito de mi mujer- cocinadas en ajiaco, una clásica sopa de pollo y patatas de las montañas que rodean Bogotá.
Extraordinariamente sencilla en su ejecución (verter y hervir), su atractivo radica en el uso de tres tipos diferentes de patatas, que van de la fécula a la cera. Cuando la sopa hierve a fuego lento, las patatas feculentas se deshacen por completo, espesando la sopa hasta darle una consistencia lujosamente cremosa, mientras que las papas criollas aportan un sabor terroso y mantecoso. Las patatas cerosas permanecen más intactas, añadiendo un contraste de textura. Las guascas, una hierba autóctona de la montaña con un aroma intermedio entre el laurel, la hierba gatera y el perejil, añaden un sabor distinto (se pueden utilizar simplemente hojas de laurel y perejil).
Receta de bandeja paisa
Mi mujer y yo decidimos hacer un viaje improvisado a Colombia y creamos un itinerario gastronómico y cultural que era una mezcla entre “Parts Unknown” de Anthony Bourdain y “The Amazing Race”. Recorrimos Bogotá, Medellín y Cartagena en 5 días y medio. Bogotá fue la primera parada y literalmente nos subimos a un taxi en el aeropuerto rumbo al centro.
El viaje en taxi fue trascendental por dos razones: 1. – el conductor puso a Willie González a todo volumen en la radio y cantó igual de fuerte con fervor y entusiasmo y 2. – Los neumáticos delanteros estaban tan mal alineados a la derecha que para conducir en línea recta el conductor tuvo que girar bruscamente a la izquierda. Estaba tan borracho por la música que simplemente me dejé llevar.
El ajiaco es una deliciosa y sustanciosa sopa o guiso regional colombiano de pollo y patata. Es muy cremosa, pero no contiene lácteos. En realidad, la cremosidad procede de las distintas patatas utilizadas, que al cocinarse con el tiempo se descomponen y adquieren una textura cremosa. El auténtico ajiaco tiene un sabor herbáceo que procede de las guascas, un ingrediente de hoja verde. Para saborear el mejor ajiaco, hay que ir a Bogotá, donde es la estrella de las cenas de domingo.