Receta de Fabada asturiana con compango
Compagno asturiano
La fabada asturiana es una comida típica de invierno en la región asturiana. Un manjar que se saborea a cucharadas. Gula y excesos combinados en un gran guiso. El dolor de cabeza de una mañana de resaca. El dolor tras una mordedura de cobra. Los domingos en casa de la abuela. O la pesadilla de cualquier cardiólogo. Cualquiera de estos calificativos podría servir para describir este plato. ¿Pero la mejor descripción de todas? Una orgía de sabores en la boca para celebrar la vida. Pero, por desgracia, ¡también acompañada de las secuelas habituales de casi todos los platos con legumbres!
Para ser más precisos, la bomba de lípidos que el estómago tiene que procesar y los oligosacáridos de las alubias con los que su flora intestinal se dará un festín requieren un sistema digestivo fuerte y bien entrenado. Los asturianos pueden cenar una fabada y conciliar fácilmente un sueño profundo y reparador. A los demás se les recomienda encarecidamente que se abstengan de comer fabada asturiana el día de San Valentín o cualquier otro día importante; esa persona especial de su vida se lo agradecerá.
Se cree que el cultivo y consumo de alubias en Asturias se remontan al siglo XVI. Lo más probable es que la fabada asturiana fuera originalmente un plato muy sencillo, como demuestran los ingredientes utilizados para prepararla. El tipo de alubia más utilizado en la receta tradicional es la “de la Granja”. Esta variedad es mucho más blanda que las alubias normales y tiene una textura mantecosa, lo que la hace ideal para este plato.
Potaje asturiano vegetariano
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<p class=”mb-sm inline”>Sacamos los faves del tarro con ayuda de un filtro por lo que escurriremos y enjuagaremos los faves. Hazlo con cuidado para que no se rompan. Prepara el compango, trocea la almendra y el chorizo en trozos grandes y la morcilla déjala entera. No la trocees.</p> <p
<p class=”mb-sm inline”>Añade los trozos de chorizo y panceta, y el hueso de jamón. Mantenerlo hirviendo, a baja potencia, durante 30 min. Pasados esos 30 min, añadir los faves y la morcilla, y mantener hirviendo otros 15 minutos.</p> <p class=”mb-smline”>Añadir los trozos de chorizo y panceta, y el hueso de jamón.
Fabada asturiana saveur
1 Ponemos las alubias “Tierrina Vaqueira” en agua fría, de 10 a 12 horas antes en una cazuela proporcional a las cantidades para que queden bien cubiertas de agua. 2 Se ponen las alubias con las morcillas, los chorizos, el tocino o panceta, los ajos (bien picados), el laurel, la cebolla entera y un chorrito de aceite (todo frío). 3 Se pone a fuego lento y roto el hervor se espuman y se dejan cocer lentamente un poco destapadas, procurando que las alubias estén siempre cubiertas de agua.4 Se dejan cocer durante una hora. De vez en cuando se añadirá agua fría en pequeñas cantidades para cortar la ebullición. Se añade el azafrán y se deja media hora más. (puede necesitar algo más de tiempo). Por último se rectifica de sal.5 Es conveniente mover de vez en cuando para que no se peguen al fondo. Se retira la cebolla y se deja reposar media hora antes de servir.CONSEJOS:La fabada asturiana “sabe mejor al día siguiente” de haber sido cocinada. Se suele servir en una cazuela o fuente de barro con los trozos de compango asturiano cocido servidos por separado en un bol, para que cada comensal se sirva a su gusto. Si quiere completar un menú asturiano, para beber una copa de sidrina, como aperitivo unos chorizos a la sidra.
La mejor receta de fabada
El consumo de “fabes” se remonta en Asturias al siglo XVI, en el que se sabe con certeza que se cultivaba en la región. La variedad utilizada en la fabada se denomina “de la Granja”, es una alubia suave y mantecosa, lo que la hace muy apropiada para este plato. El cultivo de esta variedad ocupa unas 2.500 hectáreas en Asturias.
Sin embargo, no hay ninguna nota escrita que nombre el plato hasta finales del siglo XIX. También se menciona por algunos autores las similitudes con un plato francés llamado “cassoulet de Languedoc”. Podría haber sido influenciado por los peregrinos franceses que hacían “el camino de Santiago”. Pero todo son especulaciones.