Receta de Tortillitas de camarones
Receta china de buñuelos de gambas
Calentar 2 cucharadas de aceite en una sartén de 12″ a fuego medio-alto. Añada las cebollas y cocine, removiendo, hasta que estén blandas, unos 6 minutos. Ponga las cebollas en un bol y añada las gambas, las dos harinas, el perejil, la levadura, el pimentón, la sal y 5 cucharadas de agua. Reservar la masa durante 10 minutos.
Calentar el aceite restante en la sartén a fuego medio-alto y, por tandas, añadir 2 cucharadas de masa y cocinar, dándoles la vuelta una vez, hasta que estén doradas y crujientes por los bordes, unos 3 minutos. Con una espátula, páselas a papel absorbente para escurrirlas; sazónelas con sal y pimienta. Servir con rodajas de limón.
Calentar 2 cucharadas de aceite en una sartén de 12 pulgadas a fuego medio-alto. Añadir las cebollas y cocinar, removiendo, hasta que estén blandas, unos 6 minutos. Pasar las cebollas a un bol y añadir las gambas, las dos harinas, el perejil, la levadura, el pimentón, la sal y 5 cucharadas de agua. Reservar la masa durante 10 minutos.
Calentar el aceite restante en la sartén a fuego medio-alto y, por tandas, añadir 2 cucharadas de masa y cocinar, dándoles la vuelta una vez, hasta que estén doradas y crujientes por los bordes, unos 3 minutos. Con una espátula, páselas a papel absorbente para escurrirlas; sazónelas con sal y pimienta. Servir con rodajas de limón.
Buñuelos de gambas ottolenghi
Cortar las gambas en trozos de ½ cm de grosor. Tamizar la harina, la levadura y una pizca de sal en un cuenco. Hacer un hueco en el centro y añadir el agua y el vino. Mezclar hasta obtener una masa espesa y cremosa. Incorporar las gambas, la cebolleta y el perejil. Vierta ½ cm de aceite de oliva en una sartén y póngala a fuego fuerte. Dejar hasta que una gota de la masa chisporrotee inmediatamente y luego, en pequeñas tandas de 2 a 3 a la vez, dejar caer grandes cucharadas de la masa en la sartén, extendiendo cada una un poco con el dorso de la cuchara para obtener bordes finos y crujientes mientras se cocinan. Gire los buñuelos de vez en cuando durante unos 2 minutos, o hasta que estén hinchados y dorados por ambos lados. Retírelos con una espumadera y escúrralos en una bandeja forrada con papel de cocina. Cómalos inmediatamente.
Buñuelos de gambas al ajillo
Pelar las gambas, añadirlas a una cacerola, llenarla con agua suficiente para cubrir las gambas y llevar a ebullición a fuego fuerte. Cuando el agua empiece a hervir, saque las gambas de la cacerola con una espumadera y déjelas a un lado para que se enfríen. Cuando las gambas estén frías, tápelas y refrigérelas hasta que las necesite.
Para preparar la masa, tamice la harina, la levadura, el pimentón ahumado y una pizca de sal en un bol. Haga un hueco en el centro y añada 300 ml de agua y el vino. Mezclar poco a poco los ingredientes y batir hasta obtener una crema espesa.
Vierta el aceite de oliva a unos 2 cm de profundidad en una sartén gruesa y caliéntelo a fuego fuerte hasta que esté casi humeante. Vierta con cuidado cucharadas grandes de la masa en la sartén y extiéndalas un poco con el dorso de la cuchara para que adquieran unos bordes finos y crujientes mientras se cocinan. Fría cada lado durante aproximadamente un minuto.
Saque los buñuelos con una espumadera y póngalos en un plato forrado con papel absorbente para escurrir el exceso de aceite. Freír el resto de la masa de la misma manera, dos o tres buñuelos a la vez, siempre asegurándose de que el aceite esté bien caliente antes de freír más buñuelos.
Receta de buñuelos de gambas saturday kitchen
Sea cual sea el toque personal, hay cuatro ingredientes básicos que se mantienen constantes en todas las masas: harina de trigo, harina de garbanzos, gambas y agua. La cebolleta y el perejil fresco también son ingredientes populares, aunque no estrictamente necesarios.
Los gaditanos disfrutan de las tortillitas desde hace más de 400 años. Fue durante el siglo XVI cuando los comerciantes genoveses se establecieron en la ciudad de Cádiz y sus alrededores, introduciendo sus tradicionales farinatas, un tipo de pan plano salado elaborado con harina de garbanzos. La adaptación natural de esta receta más la influencia de preparaciones locales como las gachuelas, hicieron que estos bocados evolucionaran hasta convertirse en los buñuelos de camarones que hoy conocemos.
Ha sido en años más recientes cuando muchos cocineros contemporáneos han intentado una versión más ligera, sana y estéticamente más atractiva de la receta clásica. Este esfuerzo se ha traducido en un revival moderno de la tortillita que ha escalado desde las barras de los bares campesinos hasta las mesas de los comedores más refinados.