Recetas de salsas picantes mexicanas
Receta de salsa roja
México tiene un profundo amor por los chiles, y una de las formas en que nos encanta usarlos es en salsa picante. Hay muchas variedades y marcas de salsa picante disponibles en Norteamérica, con distintos grados de picante y sabor. Las salsas picantes mexicanas suelen elaborarse con chiles secos, algún tipo de vinagre, agua, especias y otros condimentos. El tipo de chile utilizado determina el sabor. Por ejemplo, los chiles guajillo tienen un sabor ácido ligeramente ahumado, mientras que los chiles chipotle aportan un poco de picante con mucho sabor ahumado.
Las salsas picantes se pueden utilizar para aderezar prácticamente cualquier comida salada, pero siempre hay algunas salsas picantes que combinan a la perfección con ciertos alimentos. Éstas son mis salsas picantes mexicanas favoritas y cómo usarlas:
La salsa picante Valentina la elabora una empresa familiar de Guadalajara, Jalisco. Se elabora con chiles puya, vinagre, agua y especias. Su sabor es ácido, picante y ligeramente avinagrado. Está disponible en dos variedades (etiqueta amarilla y etiqueta negra). La etiqueta amarilla tiene un picante medio, y la etiqueta negra es picante. Es ligeramente más espesa que una salsa picante normal. Valentina es muy buena con pizza, patatas fritas y palomitas. De hecho, los cines de México siempre tienen un dispensador lleno de Valentina para que puedas echársela a tus palomitas.
Salsa
En México, la salsa picante verde o roja se suele utilizar en botanas o aperitivos como los chicharrones y las patatas fritas. También se espolvorea sobre la fruta fresca, ya sea al natural (cortada en trozos o rodajas) o preparada como macedonia, y añade un toque extra de picante a los huevos fritos o revueltos, los tacos de pescado e incluso las sopas.
La salsa picante embotellada también aporta mucho a la cocina americana. Puede insuflar nueva vida a su pastel de carne o asado favorito, o demostrar que un sándwich de queso a la plancha es realmente un primo cercano de la quesadilla. Pero tenga cuidado: una vez que haya rociado su burrito de desayuno o su pizza con salsa picante casera, no querrá volver a comerlos solos.
¿Por qué hacer una salsa casera embotellada cuando hay docenas de marcas en el supermercado? Sabrá exactamente lo que contiene la salsa, moderará su picante a su gusto y podrá darle un gran uso a esos hermosos pimientos de su jardín (o del mercado local de agricultores).
Importante: Haga esta receta en un lugar bien ventilado. Si los chiles que utilizas son especialmente picantes o si tienes la piel sensible, ponte guantes de goma para manipularlos. Mientras los chiles se saltean y hierven, mantén la cara alejada de la sartén y nunca te toques la cara o los ojos mientras cocinas o trabajas con chiles picantes.
Bufalo
La salsa mexicana, también conocida como salsa ranchera, es una famosa salsa picante elaborada con tomates, pimientos y, por supuesto, guindilla, muy fácil de preparar en casa. Conocida en todo el mundo, acompañada de los infaltables nachos o de unos deliciosos tacos con carne y verduras, ¡la salsa mexicana es un verdadero concentrado de sabor! Si te encantan los chiles, adoras el sabor picante y quieres preparar un sabroso aperitivo para tus amigos, ¡esta salsa picante es sin duda la tuya! Unos pocos ingredientes y unos cuantos movimientos y habrás preparado una salsa mexicana que te hará la boca agua: ¡vamos a ver cómo!
Limpia el tomate, córtalo por la mitad, retira el exceso de semillas y córtalo en dados pequeños (1). Lava el pimiento rojo, quítale las semillas internas y la parte blanca, córtalo primero en tiras y luego en daditos (2). Pica finamente media cebolla blanca y, por último, las guindillas (3).
Puede sustituir medio pimiento rojo por un poco de pimiento amarillo: su salsa será más dulce. Cuidado con el Tabasco: por su sabor muy picante, ¡sólo se necesitan unas gotas! Conservación La salsa mexicana puede conservarse durante 5 días en el frigorífico: una vez lista, déjala enfriar y viértela en un tarro de cristal previamente esterilizado.
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Esta salsa mexicana de chile rojo está hecha con chiles anchos secos y puede cubrir enchiladas y tamales de cualquier tipo. En aproximadamente 30 minutos, tendrás una sabrosa salsa de chile rojo lista para servir con una variedad de platillos.
Mientras investigaba para este post, encontré referencias a muchas formas diferentes de hacer salsa de chile rojo. Sólo en México, ¡hay tantas formas de preparar esta salsa como variedades de chiles! Hay aún más cuando se toman en cuenta los giros regionales.
La siguiente es una receta para una salsa básica de chile rojo, hecha con chiles anchos (también conocidos como chiles pasilla – ver notas). La técnica básica me la enseñó mi amigo mexicano, Arturo Vargas, y me ayudó con notas del libro From My Mexican Kitchen, de Diana Kennedy: Técnicas e Ingredientes de Diana Kennedy.
¿Por qué hacer tu propia salsa? Hacer su propia salsa de chile rojo no es muy diferente de hacer su propia salsa de espagueti. Si tiene tiempo, ¡vale la pena hacerla! No sólo creará una salsa con un sabor fantástico, sino que además los chiles secos son baratos y fáciles de almacenar.