Receta de Paparajotes
PALA APPAM | SWEET APPAM | ANNA BHOJAN
Tanto si lleva tiempo disfrutando de su propiedad en La Manga Club como si acaba de pisar los magníficos terrenos de nuestro resort de golf, no podrá evitar el atractivo de los exquisitos sabores de la cocina murciana. Cuando venga a esta región de España, prepárese para quedar cautivado no sólo por sus mágicos paisajes, sino también por sus suculentos platos. Hoy le presentamos el paparajote, un postre típico del campo que le sorprenderá por sus atrevidos sabores.
Antes de ponernos manos a la obra, un poco de historia. Considerado el postre más emblemático de la región, el paparajote murciano es un plato dulce a base de hojas de limonero cubiertas por una masa de harina y huevo frito, espolvoreadas con azúcar glas y canela. Sus orígenes se remontan a los árabes judíos que poblaron la península en el siglo XV, expertos en “postres de sartén”. Sus tradiciones dejaron huella en muchos aspectos de la cultura murciana, y la cocina no es una excepción. Gracias a su sabor único y a sus ingredientes fáciles de conseguir, el paparajote se ha convertido en el protagonista no sólo de las mesas murcianas, sino también en uno de los ejemplos más populares de los productos autóctonos que ofrece la región.
PAPARAJOTES-RECETAS CON LIMÓN
Por muy bien que hables castellano o toleres el sol abrasador del verano, los murcianos del sureste de España siempre sabrán que no eres de aquí por cómo te comes un paparajote. Puede que le tiente su exterior azucarado y crujiente, pero si se apresura a darle un mordisco, se llevará una amarga sorpresa.
El ingrediente fundamental de este dulce tradicional es la hoja del limonero. En su interior, la hoja da al paparajote su forma y un ligero sabor cítrico. Pero la hoja sólo sirve para dar un toque de sabor al rebozado frito, no para ser consumida.
Es lógico que el paparajote se haya convertido en un símbolo de orgullo regional para Murcia. La ciudad, situada a orillas del río Segura, está rodeada de campos de cítricos. El suelo fértil y los cielos azules casi todo el año convierten a la zona (también conocida como “la huerta de Europa”) en un hervidero agrícola.
Es importante elegir las hojas perfectas de las huertas locales. Las candidatas ideales deben tener un saludable tono verde claro, y no ser ni demasiado blandas ni demasiado duras al tacto. Después, es cuestión de hacer una masa (que suele consistir en leche, huevos, harina y un poco de levadura), rebozar la hoja elegida, freírla en aceite de oliva y espolvorearla con azúcar y canela. En algunas versiones también se puede encontrar ralladura de limón y un poco de anís. Sean cuales sean los ingredientes utilizados, puede estar seguro de que serán locales. No sería paparajote si no fuera murciano.
TRANVÍAS 15: PAPARAJOTES
Los paparajotes fueron introducidos en Murcia a través de Oriente Medio y se elaboraban en los hogares campesinos[cita requerida]. En Murcia se hacían a diario, se cocinaban con leña y se comían después de cada comida[cita requerida] a menudo acompañados de café puchero o café de olla. Los ingredientes principales son: harina, huevo, leche y hojas de limón. Aún hoy el origen del nombre sigue siendo un misterio[2].
Para hacer paparajotes, se recogen hojas de limón de los huertos locales. Las hojas deben ser de color verde claro (jóvenes) y no estar ni demasiado blandas ni demasiado duras[3]. [3] Una vez elegida una hoja, se recubre con masa y se fríe. Se utiliza levadura en la masa para que suba y recubra la hoja. [3]
Hoy en día, es el plato típico de las fiestas de primavera en Murcia (Bando de la Huerta) junto con los buñuelos, postre que tradicionalmente se come el día de San José y las Matasuegras, unas galletas fritas rellenas de crema pastelera o chocolate. La hoja no se come; se espera que el comensal raspe con los dientes la masa frita de la hoja. La hoja se utiliza únicamente para dar forma y un ligero sabor cítrico a la masa[3].
Delicioso postre con hojas de limón | receta ganadora
Los papajotes son uno de los dulces o postres más típicos de Jaén, en España. Se trata de unas galletas redondas fritas del tamaño de un bocado, que por dentro tienen una textura parecida a la de un bizcocho, y no a la de un pan, como los donuts, por ejemplo.
Mucha gente también los llama paparajotes aquí en España. Son un postre muy típico, sobre todo a finales de febrero, en marzo y abril. Son pequeños bizcochos que se fríen y luego se cubren con una mezcla de azúcar y canela en polvo cuando aún están calientes, para que la mezcla se pegue bien.
Tienen forma redonda, más parecida a una esfera, y la manera de hacerlos tiene truco. La mejor forma de hacerlos es utilizar un batidor de mano (si es pequeño mejor), darle la vuelta a la masa para cubrirla completamente por la parte de abajo, y dejar que la masa caiga en el aceite, en una especie de hilo para que forme un pequeño círculo y empiece a freírse. Luego se le da la vuelta para que se haga por el otro lado. Así se forman estas pequeñas esferas de bizcocho. No hay que poner demasiada masa en el batidor, porque si no tendremos esferas de masa demasiado grandes y papajotes demasiado grandes. Hay que poner sólo poco a poco, para que queden pequeñas.