Receta de Salsa bechamel para lasaña

Receta de Salsa bechamel para lasaña

Salsa bechamel espesa para lasaña

La salsa bechamel (Besciamella) es una salsa blanca y suave elaborada con sólo 3 ingredientes: harina, leche y mantequilla. También se conoce como Salsa Blanca o Salsa Madre porque muchas salsas se elaboran con Bechamel como base, como la Salsa Mornay, que es una versión algo más rica.

Hay quien piensa que la receta de la Bechamel nació en Francia. En realidad sus orígenes son italianos. De hecho, nació en la Toscana. Al principio se llamaba “Salsa Colla” (“salsa de cola”) porque su principal función era servir de elemento aglutinante en muchos platos de pasta y verduras. Fue exportada a Francia por Catalina de Médicis (véase el apartado “Orígenes de la salsa bechamel”).

La preparación de la Salsa Bechamel consiste en añadir leche a un roux blanco, una mezcla cocida hecha con cantidades iguales de mantequilla y harina. Se añade una pizca de sal y otra de nuez moscada y se cuece durante unos 15 minutos para que la salsa espese.

Se puede comprar bechamel ya hecha, pero hay que saber que la bechamel casera es muy fácil y rápida de hacer. Los ingredientes y los pasos son pocos, sólo hay que seguir algunas reglas. De hecho, hay algunos pasos que, si se hacen mal, comprometen el éxito de la salsa. ¡Así que ahora vamos a ver juntos cómo hacer la mejor Receta de Salsa Bechamel!

¿De qué está hecha la salsa blanca de la lasaña?

La salsa bechamel (Besciamella) es una salsa blanca y suave elaborada con sólo 3 ingredientes: harina, leche y mantequilla. También se conoce como salsa blanca o salsa madre porque muchas salsas se elaboran con bechamel como base, como la salsa Mornay, que es una versión algo más rica.

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¿Por qué se utiliza la bechamel en la lasaña?

Las auténticas recetas italianas de lasaña llevan salsa bechamel en lugar de requesón o ricotta. Esto se debe a que confiere al plato una textura más cremosa y cremosa. Además, la bechamel permite que la salsa se filtre por todos los rincones de la lasaña.

¿La lasaña necesita bechamel?

Sí, tu lasaña necesita una bechamel y una salsa marinara a base de tomate. La única solución aceptable es hacer un ragú de carne con mucha leche o nata. El punto es: Necesitas algo de lácteos ahí arriba, más allá del queso. Una salsa a base de nata mantiene la humedad y contrarresta la acidez de los tomates.

Receta de lasaña

La lasaña perfecta es rica, cremosa e indulgente y está hecha con capas de ragú de ternera y cerdo, salsa bechamel con queso y láminas de pasta casera el dente. Un bocado de esta lasaña y se transportará instantáneamente a Italia.

Una buena lasaña… permítanme decirlo de otro modo… una GRAN lasaña lleva tiempo y es un trabajo de puro amor. Si has elegido hacer las láminas de lasaña desde cero, puede llevarte buena parte del día hacerla, pero merece totalmente la pena. Sobre todo cuando se trata de esta lasaña.

La paciencia es esencial – Hay muchos pequeños secretos que revelaré para la lasaña perfecta, pero si hay uno que es absolutamente innegociable, es que debes dejar reposar tu lasaña durante al menos 30 minutos antes de cortarla. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo. Cuando la lasaña sale del horno y el queso está burbujeando, tu casa se llena del aroma más reconfortante y tus ojos son más grandes que tu estómago, todo lo que quieres es cortarla. Pero debes confiar en mí y esperar. Algo mágico sucede en esos 30 minutos. Todas las capas se unen para formar la unión perfecta de la lasaña. Confía en mí, no te decepcionaré.

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Salsa bechamel de queso para lasaña

Esta receta combina ingredientes populares, fáciles de encontrar y aptos para toda la familia, con una técnica italiana auténtica y de la vieja escuela para hacer que esta lasaña sea única y superior. La cremosa bechamel se deshace en la boca y, junto con las hierbas frescas, equilibra el intenso sabor de la salsa de carne.

(-) Actualmente no se dispone de información sobre este nutriente. Si sigue una dieta restrictiva desde el punto de vista médico, consulte a su médico o dietista titulado antes de preparar esta receta para consumo personal.

Receta de salsa bechamel para pasta

La salsa bechamel ultracremosa eleva cada plato que toca. Es una forma fácil de añadir riqueza a los platos de pasta, carne y verduras que necesitan un toque extra. Aprende a preparar esta clásica salsa blanca francesa en casa y obtén consejos sobre cómo conservar y congelar la salsa blanca casera.

La bechamel, o salsa blanca, es una mezcla cocida de mantequilla, harina y leche. Es una de las cinco salsas madre, una base rica y sabrosa que puede utilizarse sola o para crear diferentes salsas. La bechamel se utiliza en platos como los macarrones con queso, la lasaña y el soufflé de queso para añadir un elemento maravillosamente cremoso.

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Derrita la mantequilla en un cazo y, a continuación, añada la harina hasta obtener una mezcla homogénea. Cocer la mezcla hasta que adquiera un ligero color dorado. Aumente el fuego e incorpore lentamente la leche. A continuación, llevar la bechamel a fuego lento durante 10-20 minutos. La sal y la nuez moscada añaden un sabor sutilmente fragante y sabroso.

– La salsa Mornay es una bechamel enriquecida con parmesano y gruyere que combina muy bien con verduras al vapor, marisco y huevos. La salsa de nata se crea combinando bechamel con nata espesa después de la cocción. La salsa Soubise es una mezcla cremosa y atrevida de cebollas cocidas, puré y bechamel. Una cucharada de puré de tomate añade color y un toque de acidez.