Receta de Salsa pesto con piñones
Piñones para pesto crudos o tostados
Daniel se unió al equipo culinario de Serious Eats en 2014 y escribe recetas, reseñas de equipos y artículos sobre técnicas culinarias. Antes fue editor gastronómico en la revista Food & Wine y redactor de la sección de restaurantes y bares de Time Out New York.
El pesto es, a primera vista, una salsa muy sencilla. No requiere cocción y lleva pocos ingredientes. Sin embargo, si leemos casi cualquier fuente autorizada sobre el pesto, nos encontraremos con una lista interminable de lo que hay que hacer y lo que no.
Esta salsa pesto, a través de rondas y rondas de pruebas, se ha perfeccionado hasta alcanzar la proporción, los ingredientes y el método perfectos. Y, aunque el mortero requiere un poco de trabajo, la salsa que produce es superior a la de un robot de cocina. Éste es el verdadero y mejor pesto.
Para explorar las reglas de la elaboración del pesto, he realizado innumerables pruebas de recetas y, en el proceso, me he dado cuenta de algo importante: es muy fácil hartarse del pesto. No me malinterpretes, porque me encanta el pesto y me entusiasma cuando llega el verano y la albahaca aparece en el mercado. Pero hombre, si he de ser completamente honesto, me canso de él.
¿De qué se compone una salsa pesto básica?
El pesto tradicional es una mezcla de albahaca fresca, ajo, piñones, aceite de oliva virgen extra y queso parmesano. Con un robot de cocina, se prepara en unos pocos pasos: Triture los piñones, el zumo de limón y el ajo en el robot de cocina hasta que queden bien picados. Añada la albahaca y vuelva a triturar.
¿Hay que tostar los piñones para el pesto?
Muchas recetas de pesto llevan piñones crudos, pero tostarlos puede hacer que el sabor final de la salsa sea más profundo y rico. Tuesta los piñones y combínalos -en pasta o enteros- con albahaca fresca, aceite de oliva, queso parmesano y ajo.
Pesto ricetta
Una de mis cosas favoritas del verano es la abundancia de hierbas frescas que hay en la puerta de mi casa. Las hierbas frescas hacen que cualquier comida sea instantáneamente más sabrosa y bonita. Lo que más me gusta hacer con todas esas hierbas frescas (aparte de espolvorearlas por todas partes) es preparar pesto. Es ideal para cocinar en verano. Me gusta echarlo sobre verduras asadas, pasta, espaguetis, ensaladas, huevos, pan tostado, pizza, sándwiches… ya te haces una idea. Con unos pocos pasos, convierte cualquier cosa en una sabrosa comida instantánea, tanto si te apetece cocinar como si no.
El pesto tradicional es una mezcla de albahaca fresca, ajo, piñones, aceite de oliva virgen extra y queso parmesano. Con un robot de cocina, se prepara en unos pocos pasos:
¡Ya está! Es muy fácil de hacer y se puede variar según la estación o el estado de ánimo. Se conserva unos días en un recipiente hermético en el frigorífico, aunque su superficie puede empezar a dorarse. Por eso, es mejor cubrir el pesto con una fina capa de film transparente o un chorrito extra de aceite antes de cerrar el recipiente. Así se mantendrá fresco y verde.
Receta de pesto con piñones sin queso
Una de mis cosas favoritas del verano es la abundancia de hierbas frescas que hay justo en la puerta de mi casa. Las hierbas frescas hacen que cualquier comida sea instantáneamente más sabrosa y hermosa. Lo que más me gusta hacer con todas esas hierbas frescas (aparte de espolvorearlas por todas partes) es preparar pesto. Es ideal para cocinar en verano. Me gusta echarlo en verduras asadas, pasta, espaguetis, ensaladas, huevos, pan tostado, pizza, sándwiches… ya te haces una idea. Con unos pocos pasos, convierte cualquier cosa en una sabrosa comida instantánea, tanto si te apetece cocinar como si no.
El pesto tradicional es una mezcla de albahaca fresca, ajo, piñones, aceite de oliva virgen extra y queso parmesano. Con un robot de cocina, se prepara en unos pocos pasos:
¡Ya está! Es muy fácil de hacer y se puede variar según la estación o el estado de ánimo. Se conserva unos días en un recipiente hermético en el frigorífico, aunque su superficie puede empezar a dorarse. Por eso, es mejor cubrir el pesto con una fina capa de film transparente o un chorrito extra de aceite antes de cerrar el recipiente. Así se mantendrá fresco y verde.
Receta de pesto con piñones
La albahaca es una hierba muy aromática y un poco da para mucho. Puede suavizar un poco el pesto sustituyendo la mitad de la albahaca por espinacas tiernas. El pesto se mantendrá más fácilmente de color verde intenso y el sabor de la albahaca seguirá presente, aunque no con tanta intensidad.
Si quieres congelar el pesto, omite el queso (no se congela bien). Forre una bandeja para cubitos de hielo con film transparente y rellene cada cubito con la salsa de pesto. Congélalo, sácalo de la cubitera y guárdalo en una bolsa con cremallera apta para el congelador. Cuando quiera utilizarla, descongélela y añada el parmesano o romano rallado.
Originario de Génova (Italia), el pesto debe su nombre a la palabra italiana “pestare”, que significa “aplastar o machacar”. Durante cientos de años, el pesto se elaboraba machacando los ingredientes en un mortero. Se remonta a la época romana, cuando los genoveses machacaban nueces con hierbas y ajo.
Ahora, la variedad más popular de pesto se hace “machacando” albahaca, ajo, piñones, aceite de oliva y un poco de queso duro en un robot de cocina o una batidora, pero hay muchas variedades de pesto, como el de tomates secos o el de col rizada. Es divertido utilizar un mortero, pero la forma moderna es mucho más fácil.