
Receta de Crema de tomate y albahaca
Sopa cremosa de tomate y albahaca con parmesano
Esta sencilla cena de pasta en 4 pasos puede ir de la nevera al tenedor en tan sólo 20 minutos. La pasta cremosa de tomate y albahaca es una comida abundante y reconfortante que gusta a todos. Esta receta de pasta es lo suficientemente deliciosa para una cena en compañía, pero lo suficientemente rápida incluso para las noches más ajetreadas.
No hay comida que guste más a toda la familia que la pasta. Es una cena que gusta tanto a los niños como a los adultos, y las sobras se conservan bien para almorzar durante la semana.
Quizás pienses que hacer la salsa desde cero suena intimidante. Especialmente cuando es tan rápido y fácil abrir un tarro, pero créeme amigo mío, esta salsa es tan fácil y tan deliciosa, ¡que nunca mirarás atrás!
Como este plato tiene los clásicos sabores italianos del ajo, los tomates y la albahaca, combinará bien con muchas de tus guarniciones tradicionales favoritas. Hay opciones clásicas y algunas opciones saludables para que no resulte pesado.
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¿De qué está hecha la salsa de tomate y albahaca?
Esta receta básica de salsa de tomate y albahaca se elabora con tomates frescos o en conserva, albahaca fresca, cebolla, ajo y aceite de oliva. Esta salsa roja tradicional puede servirse con platos de pasta, o utilizarse como base para pizzas, salsas de carne o marisco, o platos como la lasaña.
¿Cómo se añade nata a la salsa de tomate sin que se cuaje?
El bicarbonato de sodio ayuda a neutralizar el ácido de la salsa de tomate, lo que reduce el riesgo de cuajado, y también hace que la salsa de tomate cremosa tenga un sabor más dulce.
¿Se puede dejar la piel de los tomates al hacer la salsa?
Deja las pieles (son deliciosas y nutritivas) y podrás hacer varias tandas de esta fresca y sabrosa salsa de tomate en una sola tarde.
Sopa cremosa de tomate y albahaca con tomates en conserva
Tomates en conservaEsta práctica receta de salsa cremosa lleva una lata de tomates cortados en dados al estilo italiano en lugar de tomates frescos. No escurra la lata, ya que los jugos son necesarios para obtener la consistencia y el sabor perfectos.
Sirve esta salsa de tomate y nata sobre tu pasta favorita, como penne o farfalle. Para una opción más contundente, viértala sobre ñoquis o tortellini. Puedes variar un poco añadiendo carne (como pollo o salchichas) y/o verduras (como espinacas o pimientos).
En cuanto a las guarniciones, puede acompañar esta cremosa salsa de tomate para pasta con algo ligero para compensar la pesadez del plato principal. Prueba, por ejemplo, una de nuestras Ensaladas rápidas y fáciles.
“Hice esto anoche y todavía estoy pensando en ello”, dice drdede, que sirvió la salsa de fettuccine. “El plato era fácil y maravilloso. Omití el azúcar, ya que las cebollas aportaban dulzor. Utilicé tomates guisados y un chorrito de pasta de tomate para darle sabor. Por lo demás, seguí la receta tal cual. La salsa tenía una consistencia deliciosa”.
Pasta cremosa con tomate y albahaca
Coger 500 g de tomates, lavarlos, quitarles lo verde, cortarlos en dados y ponerlos en una olla. Retira las hojas de albahaca del tallo y resérvalas tapadas.Añade los tallos a los tomates. Ahora lava el apio y córtalo en trozos pequeños. Pela la cebolla y el ajo y córtalos en dados pequeños. Añade el apio, la cebolla y el ajo al caldo de verduras y llévalo todo a ebullición. Déjelo cocer a fuego medio durante unos 30 minutos y, a continuación, páselo por un colador. Quedarán unos 500 ml.Escaldar el resto de los tomates y enjuagarlos con agua fría, quitarles la piel, partirlos por la mitad, quitarles las semillas y pasarlas por el colador al caldo de tomate. Cortar la pulpa en dados pequeños. Coger 15 hojas de albahaca y cortarlas en pequeñas tiras.Remojar la gelatina en agua fría. Sazonar el caldo de tomate con vinagre (aceto balsamico bianco), sal, pimienta y azúcar. Escurrir la gelatina y dejar que se deshaga en el caldo caliente. Incorporar los dados de tomate y las tiras de albahaca. Rellene los tarros con la gelatina, deje que se enfríe un poco y métala en el frigorífico durante unas 5 horas.Para la crema de albahaca haga un puré con el resto de las hojas de albahaca y la nata en una batidora, hasta que esté medio dura. Condiméntelo con sal y pimienta de cayena. Decore la gelatina con la crema y las hojitas de albahaca y sírvala.
Crema de tomate y albahaca
¿Salsa de tomate desde cero sin pelar, sembrar y colar? Sí, ¡es posible! Si tiendes a rehuir la salsa de tomate casera por todo el trabajo que conlleva, esta receta es para ti. Deja las pieles (son deliciosas y nutritivas) y podrás hacer varias tandas de esta salsa de tomate fresca y sabrosa en una sola tarde.
Todas las recetas que encontré requerían hervir una olla de agua, escaldar los tomates, sumergirlos en un baño de hielo y luego hacer cortes en forma de X en el fondo para liberar las pieles. Algunas recetas iban un paso más allá y me decían que pasara los tomates pelados por un pasapurés para quitarles las semillas.
Prefiero que la salsa sea sencilla, ya que me da más opciones a la hora de cocinar. Hay noches en las que me apetece la clásica marinara italiana con albahaca, orégano y ajo, otras en las que me apetece un poco de arrabbiata y otras en las que prefiero esta salsa de tomate picante y mentolada.
Consejo rápido: Para evitar que la salsa de tomate quede amarga, añade 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio a 1 taza de salsa mientras se está cociendo a fuego lento. Pruébala y sigue añadiendo pequeñas cantidades de bicarbonato para ver si ayuda a neutralizar la acidez. También puedes quitarle el toque amargo a la salsa de tomate añadiendo 1 cucharada de mantequilla hasta que se derrita.