Receta de Chalupas estilo Hidalgo
Chalupas poblanas
“Antojitos” es un término inclusivo que incorpora la vitamina T: tamales, tacos, tortas, tostadas, tlacoyos y tlayudas. Un subgrupo de platillos llamados garnachas, hechos de masa frita y típicamente cubiertos de salsa, crema, lechuga rallada y queso seco, a veces se usan indistintamente con antojitos. Un ejemplo podrían ser las quesadillas fritas estilo Ciudad de México rellenas de guisado, que es a la vez garnacha y antojito. Mientras que los chilangos (gente de Ciudad de México, también llamada CDMX) seguirán debatiendo la definición de garnacha, los tentadores antojitos regionales se encuentran en todos los estados mexicanos.
“La principal diferencia entre antojitos y garnachas es que las garnachas son comida callejera, y los antojitos son comida que también se encuentra en restaurantes”, dice Lalo Villar, que fundó el popular canal de Youtube La Ruta de la Garnacha hace nueve años, creando un homenaje visual a los vendedores callejeros y sus deliciosas comidas, que a veces son menospreciadas por la élite mexicana.
Chalupa barco
Por Brad Johnson | Orange County RegisterPUBLICADO: 7 de mayo de 2019 a las 11:02 a.m. | ACTUALIZADO: May 13, 2019 at 4:23 p.m.Tiene sentido que un restaurante mexicano cuyo nombre se traduce como La Oveja Sagrada sirva buena barbacoa de cordero. Por eso viene casi todo el mundo. Pero lo que me gusta aún más en este café poco conocido son las enchiladas verdes estilo Hidalgo.
Se sirven como tacos y no como enchiladas. Empiezan con tortillas de maíz que se fríen hasta que empiezan a estar crujientes por los bordes, y luego se cubren con salsa de tomatillo, unas hebras de pollo desmenuzado y un poco de queso desmenuzado. Exactamente como las famosas chalupas de Puebla.
La cuestión es que se comen como tacos. Se coge uno, se dobla por la mitad y a comer. Por mucho que lo intentes, la fragante salsa verde y las copiosas cantidades de grasa son incapaces de aferrarse a la tortilla, así que se sueltan y caen en cascada sobre el plato de abajo. O en tu regazo si no estás atento.
Chalupa venezolana
“Este es el lugar donde los españoles se asentaron y lo declararon realmente suyo”, me dijo Lesley Téllez, autora del libro Eat Mexico, de próxima publicación. Se refería a Puebla, el estado sin salida al mar enclavado entre geografías tan diversas como el altiplano de Hidalgo, la costa de Veracruz y la agreste Oaxaca. Esta geografía, y las múltiples regiones étnicas del estado, se prestan a una cocina de notable profundidad.
El legado culinario de Puebla se remonta a la era mesoamericana. Aquí se domesticó por primera vez el amaranto y fue uno de los primeros lugares en los que se cultivó el maíz, un antiguo engranaje del gran cinturón maicero de México. ¿Qué es la cocina poblana? Carne envuelta en fragantes hojas y asada bajo tierra o estofada en tomates y tomatillos. Semillas de calabaza utilizadas de más formas de las que creías posibles. Una sofisticada cultura del pan de influencia francesa. Y, por supuesto, está el mole, la salsa bañada en chocolate que requiere docenas de ingredientes y días de preparación y que, cuando se hace bien, es una magdalena proustiana del Nuevo Mundo.
Chalupas de guerrero
Las chalupas se elaboran presionando una fina capa de masa alrededor del exterior de un pequeño molde, con lo que se crea un recipiente cóncavo parecido al barco del mismo nombre, y luego se fríe el resultado para obtener tazas de maíz crujientes y poco profundas. Se rellenan con diversos ingredientes, como pollo desmenuzado, cerdo, cebolla picada, chile chipotle, salsa roja y/o salsa verde. En muchos casos pueden parecerse a las tostadas, ya que ambas están hechas de una masa a base de masa frita u horneada[1][2][3].
La gran popularidad de las chalupas en México también ha influido en los restaurantes de comida mexicana de Estados Unidos. Entre los ejemplos más notables en Estados Unidos están las versiones de comida rápida, que, a diferencia de su homónima mexicana, son tortillas fritas cubiertas con múltiples ingredientes. La tortilla más gruesa y los múltiples ingredientes tienen más en común con el pan frito navajo y su uso como base de un taco que con la chalupa salada tradicional de México[4].