Receta de Croquetas de calabacín y zanahoria
Cómo hacer los mejores buñuelos de calabacín | SAM THE COOKING
Estas empanadillas vegetales son tan increíblemente versátiles que puedes convertirlas en una opción habitual para comer o cenar sin aburrirte. Pruébalos sobre una ensalada, con verduras al vapor, cubiertos con salsa, en una hoja de lechuga o de col, mojados en la receta de ketchup natural de Cleanse to Heal, o de cualquier otra forma que se te ocurra.
Zanahorias: Una fuente rápida de reabastecimiento hepático de glucosa que está unida a minerales y vitaminas. Cuando las zanahorias se comen crudas, son más altas en compuestos fitoquímicos antisépticos que inhiben el crecimiento de microorganismos hostiles.
Calabacín: Calma las paredes del tracto intestinal, expulsando patógenos como bacterias y hongos, permitiendo una mejor absorción de nutrientes que pueden ser enviados al hígado. El calabacín es un alimento beneficioso para la vesícula biliar, ya que contiene fitoquímicos que reducen la inflamación de la vesícula.
Patatas: Abundantes en aminoácidos que inhiben específicamente el crecimiento viral. Las patatas tienen un alto contenido en glucosa que proporciona sustancia al hígado, ya que es precisamente de lo que depende el hígado para mantenerse fuerte. Las patatas mantienen el hígado con los pies en la tierra y estable, dándonos una buena constitución.
Hamburguesas de pollo, zanahoria y coco + receta 12 meses
Para una versión vegana, sustituye la ricotta por tofu y el huevo por “huevo de linaza” (por cada huevo, mezcla 1 cucharada de semillas de linaza molidas con 3 cucharadas de agua y resérvalo 10 minutos antes de usarlo). Servir con salsa de tahini y limón (tahini, zumo de limón y agua).
Yo las he hecho con calabaza en lugar de zanahoria, pero hay que cocerlas en el horno unos 10 minutos (después de haberlas pasado por la sartén) para que la calabaza se cueza bien, porque si no quedan un poco crudas y con sabor a tierra.
Puedes darles la forma que quieras, o simplemente hacerlos como buñuelos. Si los haces en forma de buñuelos, no hace falta que hagas el huevo, la harina y las semillas de sésamo, pero puedes echar algunas semillas de sésamo en la mezcla.
Cómo hacer buñuelos de calabacín fáciles – Receta imprescindible
Porque no sólo podemos hacer grandes platos de croquetas o tortillas, sino que también podemos hacer estas pequeñas croquetas como guarnición de nuestros platos principales. Las porciones son perfectas para los niños, además el calabacín es tan versátil. Y junto con las zanahorias, que aportan un sabor bastante dulce, consiguen un sabor tan sabroso y fresco. Si tienes un robot de cocina, puedes añadir ahí las verduras para conseguir rallarlas o hacerlas puré, pero también puedes usar el clásico rallador manual, como puedes ver en una de las fotos de abajo.
1 zanahoria y calabacín, sin harina. receta de tortitas de calabacín
Engaña a los quisquillosos con estas ligeras y esponjosas croquetas de verduras hechas simplemente con calabacín y zanahoria y horneadas con harina de almendras para darles un crujiente digno de cualquier fritura. Tu cintura te lo agradecerá.
En estas croquetas no hay nada más que zanahoria y calabacín. Pon una olla con agua a hervir y añade el calabacín y las zanahorias y cuece durante aproximadamente 15 minutos o hasta que las verduras estén blandas. Escurrir y enjuagar.
Pasar las croquetas por harina de almendra y hornear hasta que estén doradas y crujientes. Sírvalas calientes con un poco de salsa de aguacate. (El dip se puede hacer machacando ligeramente aguacate, zumo de limón, sal y pimienta). Notas Estas croquetas de calabacín y zanahoria son una alternativa de tentempié muy saludable tanto para niños como para adultos. Son un alimento estupendo para cualquier picnic, barbacoa o fiesta, sobre todo para servir como aperitivo, antipasto o tapas. También se pueden servir como guarnición de cualquier plato de pescado, pollo o carne. También están buenísimas frías.