Receta de Coles de Bruselas con puré de patata
Puré de brotes
Todo empieza con una idea. Quizá quieras lanzar un negocio. Quizá quieras convertir una afición en algo más. O tal vez tengas un proyecto creativo que compartir con el mundo. Sea lo que sea, la forma de contar tu historia en Internet puede marcar la diferencia. No te preocupes por parecer profesional. Suena como tú. Hay más de 1.500 millones de sitios web ahí fuera, pero tu historia es lo que va a separar a éste del resto. Si lees las palabras y no oyes tu propia voz en tu cabeza, es una buena señal de que aún te queda trabajo por hacer.
Sé claro, ten confianza y no le des demasiadas vueltas. Lo bueno de tu historia es que va a seguir evolucionando y tu sitio web puede evolucionar con ella. Tu objetivo debe ser que se sienta bien en este momento. Más adelante, todo se arreglará solo. Todo comienza con una idea. Quizá quieras lanzar un negocio. Quizá quieras convertir una afición en algo más. O tal vez tengas un proyecto creativo que compartir con el mundo. Sea lo que sea, la forma de contar tu historia en Internet puede marcar la diferencia.
Recetas con brotes y patatas
Poner las patatas en una olla grande y añadir agua fría con sal suficiente para cubrirlas unos 2,5 cm. Llevar el agua a ebullición a fuego alto, luego reducir el fuego a medio y cocer a fuego lento durante unos 15 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas.
Poner las patatas en la olla, bajar el fuego y añadir 3 cucharadas de mantequilla. Incorporar la leche caliente al puré de patatas. Incorporar la nata agria y el queso mascarpone. Sazone al gusto con sal y pimienta.
Mientras tanto, en una sartén pequeña y pesada, remover las semillas de alcaravea a fuego medio durante unos 2 minutos, o hasta que estén tostadas y fragantes. Pasar las semillas a un molinillo de especias o a un mortero y moler hasta obtener un polvo.
Calentar una sartén grande a fuego fuerte. Añadir el aceite y la mitad de las hojas de col de Bruselas, y saltear durante unos 5 minutos, o hasta que las coles de Bruselas estén tiernas y empiecen a caramelizarse. Incorporar el comino molido. Sazone al gusto con sal y pimienta. Incorpore la mezcla de coles de Bruselas a las patatas. Pasar la mezcla de patatas a la fuente preparada.
Receta de coles de Bruselas
Se acabaron los grumos: Las coles de Bruselas cortadas y las cebollas de verdeo en rodajas dan a este puré una nueva dimensión de sabor y textura. Hemos utilizado coles russets almidonadas y cremosas patatas de pulpa amarilla para conseguir una consistencia rica que sólo requiere un poco de mantequilla. Esta receta bien elaborada le proporcionará una alegría puré.
Este pasapurés de acero inoxidable se puede utilizar directamente en sus ollas antiadherentes sin rayarlas gracias a su borde de silicona. Ultrarresistente, soporta temperaturas de hasta 230 °C.
Receta de coles de Bruselas gratinadas
El puré de patatas asadas con coles de Bruselas, ya sea hecho con algunas de esas sobras festivas o fresco, la combinación de verduras cocidas suaves y el dulzor y la naturaleza picante de las cebollas caramelizadas y el ajo asado, lo convierten en un maravilloso plato de acompañamiento o incluso en un plato principal vegetariano.
Brussels Sprout Potato Baked Mash es uno de esos platos para acurrucarse en el sofá, cuchara en mano, y compartir este reconfortante puré de coles de Bruselas hervidas y patatas. Luego se mezcla con condimentos y cebollas que se han salteado lentamente para liberar toda esa maravillosa dulzura, y la mantequilla, el picante sabor a nuez del ajo asado, que es un maridaje perfecto para las verduras. El resultado: un placer de lo más reconfortante, ¡sin necesidad de platos!
Lo mejor que encuentro es dejarme llevar por la creatividad y preparar platos maravillosos que me encanta compartir con mi familia y la gente que conozco, y también tocar todos esos instrumentos musicales. Me ayuda a liberar frustraciones, compartir alegría e introspección. Justo el otro día me sentía frustrada, tironeada en todas las direcciones posibles. Fui a la lavandería a hacer la colada y me detuve en la sala de música a mirar mi batería. Entonces se me ocurrió ponerme a tocar la batería y expresar esa frustración. Pues bien, sudé la gota gorda creando ritmos que expresaban rabia, frustración y una plegaria a algún poder superior para que me diera la fuerza necesaria para afrontar lo que me está ocurriendo en estos momentos. Me encantaba lo que me venía, ritmos funkadélicos combinados con profundos y primarios retumbos de un profundo tambor a mi izquierda. Toqué hasta que no me quedaron fuerzas y el sudor me chorreó por la frente. Me acerqué y Nicoletta seguía moviéndose al eco de los ritmos, y me dijo “¿por qué has parado?”, y yo le contesté “cansancio”. Las dos sonreímos.