Receta de Conejo guisado fácil
Recetas de estofado de conejo sin vino
Este plato celebra la llegada del buen tiempo. La combinación de conejo (se puede sustituir fácilmente por pollo si no se encuentra), setas, mantequilla, caldo y ajo asado es tan maravillosa como ese primer día fresco en el que caen las hojas, vuelven las clases y se ve el fútbol en la tele.
Las setas cobran todo su esplendor en otoño, y te recomiendo encarecidamente que utilices tantas variedades de setas frescas como puedas conseguir. La mayoría de los supermercados tienen al menos un par de tipos, y cuantas más variedades, mejor.
Las setas porcini secas son fáciles de conseguir y aportan mucho sabor a este guiso, al igual que su agua de remojo. Hay que colar el agua para eliminar cualquier resto de tierra o arenilla, pero se hace fácilmente con una toalla de papel o un filtro de café.
Refrigerador: El estofado es uno de esos platos que se recalientan bien y a veces saben incluso mejor el segundo día. Guarda este estofado bien tapado en el frigorífico durante 3 o 4 días. Recaliéntelo en la estufa hasta que el conejo alcance 165°F.
¿Cómo se cocina mejor el conejo?
El conejo suele asarse, hornearse en empanada o guisarse en estofado o cazuela para mantener la carne jugosa y jugosa. Su sabor a caza lo convierte en un ingrediente popular en terrinas, rillettes o patés, mientras que el ragú de conejo es una deliciosa salsa para pasta.
¿Es necesario poner el conejo en remojo antes de cocinarlo?
Si utiliza conejos silvestres, le recomiendo encarecidamente que los ponga en salmuera antes de freírlos. Una simple salmuera de 1/4 de taza de sal kosher y 4 tazas de agua será suficiente, ya que el conejo se sazonará bien más tarde. Sumerja el conejo en esta salmuera durante unas 8 horas. Este proceso los mantiene húmedos.
Receta de estofado de conejo en olla de cocción lenta
Amethyst Ganaway es una escritora gastronómica, chef y veterana del sector de la restauración que se centra sobre todo en la gastronomía sureña y afroamericana, así como en la gastronomía de la diáspora africana. Ha ganado dos veces el premio Les Dames d’Escoffier International Legacy Culinary Award.
Al crecer, nunca me cuestioné lo que comía, sobre todo si sabía bien. Aunque a mucha gente le echa para atrás la idea de comer una criatura peluda y mona como un conejo, a mí no, sobre todo porque lo he comido mucho y creo que está delicioso, especialmente cuando está asado, guisado o frito.
Sin embargo, el conejo no es difícil de preparar en absoluto. Lo único que tiene de difícil es que es bastante magro, por lo que es fácil que se pase de cocción, lo que hace que la carne quede dura y seca. Pero si se puede cocinar pollo, también se puede cocinar conejo, ya que tiene un sabor parecido y es igual de fácil de preparar.
Me encanta comer este conejo frito en cualquier momento. Es una gran proteína para el desayuno o el brunch y está de muerte con galletas y salsa o sémola de maíz. Córtalo en rodajas o en dados cuando esté frío y añádelo a un sándwich o a una ensalada para comer. Y, por supuesto, amplía tus opciones para la cena, sobre todo cuando estés cansado de comer pollo o pescado o cuando quieras impresionar a tus invitados.
Recetas con conejo
El conejo guisado es una alternativa muy económica y sabrosa para completar nuestro menú estas fiestas. No es una carne que goce de gran popularidad, sin embargo, creemos que puede darte mucho juego combinándolo con las verduras que más te gusten. Para prueba este conejo guisado con zanahoria y tomate.
Además de un color que hará destacar tu mesa, este guiso de conejo te permitirá disfrutar de tus invitados. Seguramente te preguntarás por qué digo esto, ¿verdad? Guisos como este se pueden preparar con antelación, dejándonos tiempo para disfrutar de las fiestas. Yo soy de las que piensa que están aún mejor al día siguiente, ¿soy la única?
Hacerlo es muy sencillo. Basta con crear una base de verduras y luego dejarla cocer con la carne el tiempo necesario para que esté tierna. Pero para que lo tengáis claro, a continuación os dejo como siempre el paso a paso. Te animarás a prepararlo?
Estofado de conejo con patatas
¿Ha probado alguna vez el conejo? El conejo es una de esas carnes que solían ser un alimento básico en la época de los pioneros, cuando la caza era la forma de poner carne en la mesa, pero no es tan fácil de conseguir en los tiempos modernos. Hoy en día, la cría de conejos a gran escala no es algo a lo que se dediquen demasiados ganaderos. (De hecho, el rancho de conejos más conocido, el de Nevada, no se dedica a suministrar carne de conejo). Sin embargo, hay algunos productores a pequeña escala, por lo que el conejo se considera ahora más una especialidad cárnica e incluso podría considerarse una especie de delicatessen.
La creadora de la receta, Stephanie Rapone, dice que había comido conejo varias veces antes de idear este plato, pero que nunca había intentado cocinarlo ella misma hasta ahora. “El conejo”, nos dice, “puede variar en función de cómo lo consigas… En general, si te lo da un productor, la textura es básicamente la misma que la del pollo, pero yo encuentro que el conejo [tiene] un sabor más rico y fuerte que el pollo”.
El primer obstáculo que tendrá que superar antes de preparar este guiso es adquirir su conejo. Si tienes un rifle del 22 y vives en el campo, puedes hacerlo tú mismo. Pero si vive en una zona más urbana, quizá tenga que tomar otro camino. Rapone dice que compró su conejo en Wegmans — el de su zona es algo que ella describe como, “un paraíso foodie para los ingredientes”. Si tu supermercado es menos paradisíaco, la mayoría de las carnicerías deberían poder encargarlo si llamas y lo pides. También puedes encargarlo tú mismo a una carnicería online y ahorrarte el intermediario.