Receta de Capirotada de Cuaresma
Capirotada de leche
Es curioso cómo cambia el paladar con el tiempo. Recuerdo lo mucho que mi madre intentaba que me gustara la Capirotada, un budín de pan mexicano que prepara durante la Cuaresma. Nunca me gustó. O, al menos, eso pensaba yo.
La capirotada es un postre hecho con ingredientes raros. Estaba leyendo en un viejo libro de cocina llamado “Nuevo Cocinero Mexicano en Forma de Diccionario” una receta de Capirotada que lleva tortillas, cebolla, ajo, tomates y queso -¿qué raro es eso? Este libro se publicó por primera vez en 1888 (mi ejemplar es de 2007), así que desde entonces habían surgido nuevas versiones de la Capirotada. Mi madre nunca utilizó ajo, pero recuerdo una de sus versiones con cebolla, tomate, queso y tortillas. En los últimos años, para hacerla más atractiva a sus nietos, suprimió la cebolla y los tomates, pero mantuvo el queso y las tortillas. A mí seguía sin gustarme. Lo único que comía de su plato eran las tortillas; siempre me han sabido bien.
La gente de mi familia espera con impaciencia el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección porque es la única vez que se hace Capirotada en nuestras casas. Esta semana estuve leyendo sobre el almíbar que se hace para este plato. Se hace con agua y piloncillo y es muy sencillo pero muy bueno. Esto me puso a pensar y decidí hacer mi propia versión de este alimento cuaresmal. Se me ocurrieron dos recetas que gustaron a mi familia y que podré disfrutar en años venideros. Puedes encontrar una receta más tradicional en este enlace pero aquí tienes una de mis recetas no tan tradicionales.
Receta de capirotada con queso
Ha pasado un minuto desde que me senté a comer mi primer trozo de capirotada, una tradición que, según se rumorea, tiene su origen en la España del Renacimiento. Nacido de la necesidad de abstenerse de comer carne durante los 40 días de Cuaresma, este budín de pan se ofrece como una dulce y a la vez alegre comida de cuaresma. De alguna manera, la extraña mezcla de ingredientes se une mágicamente durante el horneado. El resultado es una experiencia para las papilas gustativas que no olvidarán, y afortunadamente para nosotros, es el momento perfecto para prepararlo.
Cuando era pequeña, mi abuela hacía la capirotada más impresionante todas las Navidades y es un recuerdo de mi infancia que disfruto mucho. Era una cocinera increíble, pero naturalmente no escribía nada, así que nunca pude tener una receta para hacerla. ¡¡¡ME ENCANTA!!!
Receta de capirotada con anís
La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos y dura hasta el Domingo de Resurrección o Pascua. La Semana Santa es uno de los periodos festivos más importantes en México, una parte mucho más significativa de la vida mexicana de lo que lo es para la mayoría de los estadounidenses. (También es la liberación de los sacrificios de la Cuaresma, que comenzó el Miércoles de Ceniza).
La Semana Santa es una época del año realmente hermosa para estar en México. Se exhiben importantes imágenes religiosas, se decoran altares en las casas y en las calles, y los adornos florales y las cruces de palma están por todas partes. Cada región lo celebra de forma diferente, pero prácticamente todo el país participa en la tradición de romper cascarones, cáscaras de huevo de colores rellenas de confeti -o, para los más traviesos, de harina- sobre las cabezas de amigos y familiares. Las iglesias se llenan para celebrar la misa del Domingo de Resurrección.
El Domingo de Ramos, los tejedores de palmas venden sus hojas tejidas fuera de la iglesia, de las que la gente compra varias para darles forma de cruz, que se bendice dentro de la iglesia. El Jueves Santo se conmemora la Última Cena, y las tradicionales representaciones de la Agonía en el Huerto continúan hoy en día. El Viernes Santo, los ritos representan los acontecimientos que condujeron a la Crucifixión, con una visita nocturna a la Virgen de luto (pesame a la Virgen) y terminan con la representación del entierro de Cristo. Como en tantas otras festividades mexicanas, las representaciones de la Pasión de Cristo son muy vistosas y están llenas de colorido, con trajes asombrosos, procesiones de penitentes, a veces de rodillas, una representación de la Última Cena y la propia Crucifixión. Los participantes son elegidos antes de que comience la Cuaresma e incluso ensayan para sus papeles.
Receta sencilla de capirotada
Han pasado diez años desde que llegué a los Estados Unidos y me asombra cómo aún puedo saber en mi paladar las tradiciones de la comida de mi México natal, y en especial, las deliciosas recetas de mi abuela que preparo en su honor durante la Cuaresma. Este año ha sido muy especial, porque por primera vez en varios años mi madre vino a quedarse conmigo y juntas preparamos un festival de sabores y aromas. Hoy os presento una degustación de su “Capirotada”.
La Capirotada es el postre tradicional, parecido a un budín de pan caliente, que se prepara y sirve en México durante la Cuaresma, época de especial devoción en las tradiciones de las familias católicas. Se dice que se originó en la época de la Colonia en México. Mi madre y algunas amigas me han contado que este delicioso manjar fue creado por monjas dentro de los conventos de esa época.
La receta original dice que para que la Capirotada tenga ese sabor tradicional debe elaborarse en olla de barro, pero en este caso utilicé un plato de vidrio para que conservara su consistencia.