Receta de Crema pastelera al cafe
Tarta de café y natillas
Las temperaturas del horno son para horno convencional; si utiliza ventilador forzado (convección), reduzca la temperatura 20˚C. | Utilizamos cucharadas y tazas australianas: 1 cucharadita equivale a 5 ml; 1 cucharada equivale a 20 ml; 1 taza equivale a 250 ml. | Todas las hierbas son frescas (a menos que se especifique lo contrario) y las tazas están ligeramente envasadas. | Todas las verduras son de tamaño mediano y están peladas, salvo que se especifique lo contrario. | Todos los huevos son de 55-60 g, a menos que se especifique.
3. Batir las yemas, los huevos y el azúcar. Verter la mitad de la mezcla de nata en los huevos y el azúcar, batiendo enérgicamente para combinar. Vuelva a verter la mezcla de yemas y nata en la olla con el resto de la mezcla de nata, batiendo continuamente hasta que se combinen. Vierta con cuidado la mezcla de natillas en 8 tarros pequeños.
4. Colocar los tarros o ramequines en una cazuela grande y llenar la cazuela con unos 2,5 cm (1 pulgada) de agua hirviendo. Cubrir con papel de aluminio. Meter la cazuela en el horno y hornear durante 90 minutos o hasta que los puddings hayan cuajado con una ligera costra alrededor de los bordes. Todavía debe verse un ligero movimiento en el centro.
¿Cuáles son los 3 tipos de natillas?
Basadas generalmente en sólidos lácteos y almidón, existen tres variedades principales de natillas refrigeradas: premium, normales y bajas en grasa. Las natillas premium, ricas y cremosas, tienen un contenido graso aproximado del 6%; las natillas normales, del 1-3%; y las natillas bajas en grasa, del 0-1%.
¿Cuál es el secreto para hacer natillas?
El secreto para cocinar las natillas removidas es cocerlas en una cacerola grande a fuego medio-bajo. Remover constantemente con una cuchara de madera hasta que las natillas espesen y cubran el dorso de la cuchara. Al remover se distribuye el calor para que las natillas no se calienten demasiado, lo que podría cuajarlas.
Flan espresso
Por lo general, las natillas se cuecen al baño maría o se calientan muy suavemente en un cazo al fuego, aunque también pueden hacerse al vapor, al horno con o sin baño maría, o incluso en una olla a presión. La preparación de las natillas es una operación delicada, porque un aumento de la temperatura de 3-6 °C (5-10 °F) conduce a una cocción excesiva y al cuajado. Por lo general, un flan completamente cocido no debe superar los 80 °C (~175 °F); comienza a cuajar a los 70 °C (~160 °F)[1] Un baño de agua ralentiza la transferencia de calor y facilita la extracción del flan del horno antes de que cuaje[2] Añadir una pequeña cantidad de harina de maíz a la mezcla de huevo y azúcar estabiliza el flan resultante, lo que permite cocinarlo en una sola sartén, así como en una olla doble. Se puede utilizar un baño maría sous-vide para controlar con precisión la temperatura.
Las natillas removidas se espesan por coagulación de la proteína del huevo, mientras que la misma da a las natillas horneadas su estructura de gel. El tipo de leche utilizada también influye en el resultado. Lo más importante para que las natillas batidas salgan bien es evitar el calor excesivo, que provocaría una sobrecoagulación y sinéresis que darían como resultado unas natillas cuajadas[3].
Tarta de café y natillas
¿Cómo se hacen las natillas? Con leche o nata fresca vertida, yemas de huevo y azúcar, y a veces espesadas con almidón o proteínas de huevo. La consistencia depende principalmente de la cantidad de huevos o almidón, del tipo de leche o nata y del método de cocción.
Basadas generalmente en sólidos lácteos y almidón, existen tres variedades principales de natillas refrigeradas: premium, normales y bajas en grasa. Las natillas premium, ricas y cremosas, tienen un contenido graso aproximado del 6%; las natillas normales, del 1-3%; y las natillas bajas en grasa, del 0-1%.
Elaboradas con leche entera (alrededor del 90%), azúcar, espesante, aromas, goma vegetal y colorantes. Las natillas de larga duración pueden conservarse a temperatura ambiente durante largos periodos. Una vez abiertas, deben refrigerarse y consumirse en dos o tres días.
Ya sean saladas o dulces, las natillas horneadas suelen cocinarse al baño maría. El baño maría ayuda a ralentizar la transferencia del calor del horno a la mezcla de las natillas y evita que se cuajen.
Por lo general, las natillas dulces removidas se cuecen al fuego o al baño maría (un bol sobre un cazo con agua hirviendo). Las natillas se remueven hasta que espesan lo suficiente como para cubrir el dorso de una cuchara.
Receta de helado de crema de café
La Navidad es la época del año perfecta para disfrutar de unas cremosas natillas caseras. Elaboradas a partir de una mezcla básica de leche, huevos y azúcar, y a veces aromatizadas con ingredientes como vainas de vainilla, las natillas pueden servirse templadas o frías. Estupendas solas como postre, también pueden desempeñar un papel protagonista en platos dulces como la crema de caramelo y la crema catalana.
Para unas natillas horneadas perfectas, forre la base de una fuente de horno con un paño de cocina. Coloque ramequines encima y vierta la mezcla de natillas entre los ramequines. Vierta agua hirviendo en la fuente hasta que llegue a la mitad de los lados de los ramequines. Hornear hasta que las natillas estén bien cuajadas. El baño maría protege las natillas del calor directo de la base de la asadera, para que se cocinen suavemente y no se sobrecalienten y separen.
El secreto para cocinar las natillas removidas es cocerlas en un cazo grande a fuego medio-bajo. Remover constantemente con una cuchara de madera, hasta que las natillas espesen y cubran el dorso de la cuchara. Al remover se distribuye el calor para que las natillas no se calienten demasiado, lo que podría cuajarlas. Si al pasar un dedo por el dorso de la cuchara queda un rastro, las natillas están listas.