Receta de Sopa paraguaya
¿Cuál es una de las leyendas de cómo nació esta sopa?
Atención, esta “Sopa de Paraguay” no es realmente una sopa. Es un plato típico paraguayo parecido al pan de maíz. Es una torta muy densa y esponjosa, rica en proteínas y calorías, y muy adictiva (¡por lo sabrosa que está!). Un brasileño nos contó que la receta solía ser una sopa propiamente dicha, pero que durante la guerra de Paraguay, los soldados comían esta buena comida en forma condensada, con mucho menos líquido, para que no fuera tan pesada de llevar. Hoy en día, la sopa paraguaya está muy extendida y es un plato popular que se puede comer a cualquier hora del día en Paraguay y también en los países vecinos. Disfrute de la deliciosa receta que le ofrecemos a continuación, que nos ha facilitado nuestra amiga Jeanne Benevides, ¡gracias Jeanne!
Postres de Paraguay
La sopa paraguaya no es una sopa como su nombre indica. Se parece mucho más a un pan que a una sopa. No deje de ver a continuación cómo obtuvo su nombre este interesante plato y, por supuesto, la receta.
Cuenta la historia que un cocinero llamado machu en lengua guaraní estaba preparando al entonces presidente Don Carlos Antonio López su querida sopa blanca. Ese día, el machu añadió por error demasiada harina de maíz a la mezcla. Como se acercaba el mediodía y la hora de comer, no tenía tiempo de empezar de cero, así que tomó una decisión ejecutiva. Vertió la mezcla en un recipiente de hierro y la cocinó en el tatakua (un rústico horno guaraní hecho de arcilla y adobe). Cuando salió, era una sopa sólida. Nerviosa, la sirvió de todos modos y Don Carlos, tras probarla, la encontró muy deliciosa e inmediatamente la bautizó “Sopa Paraguaya”.
Aunque hay otras teorías sobre el nombre esta es la que más me gusta. Es fácil de hacer y está muy buena. Muchas veces los paraguayos pobres sólo comen esto como comida, a veces varias veces en el mismo día.
Sopa paraguaya
Paraguay es un país bilingüe en el que se hablan el español y el guaraní, la lengua materna, y en el que conviven influencias culinarias tanto europeas como indígenas. La mandioca y el maíz son dos alimentos básicos en la dieta paraguaya. El tubérculo y el grano se consumen en diversas formas, y a menudo se convierten en harina para cocinar. Un ejemplo clásico de la gastronomía paraguaya es esta receta de sopa de pollo con albóndigas de requesón, harina de maíz y sémola. Otra comida popular es la sopa paraguaya. Aunque el nombre se traduce literalmente como “sopa paraguaya”, este plato es en realidad un esponjoso pan de maíz que resulta delicioso solo o como guarnición.
Comida paraguaya
La sopa paraguaya es un alimento tradicional de la cocina paraguaya similar al pan de maíz. Los ingredientes habituales son harina de maíz, queso, cebolla y leche o suero. Es un pastel esponjoso rico en calorías y proteínas.
La sopa es similar a otro plato típico paraguayo a base de maíz, el chipa guasu, salvo que el chipa guasu se elabora con maíz fresco y su consistencia es un poco más parecida a la de un soufflé de queso y menos a la de un sabroso pan de maíz.
Existe la idea equivocada de denominar a la cocina paraguaya como “cocina guaraní”[2]. La gastronomía paraguaya nació de la fusión de la cocina española y la cocina cario-guaraní, que se desarrolló debido a la influencia de los sacerdotes franciscanos, los conquistadores españoles y los mestizos asuncenos, que tuvo lugar en Asunción y sus alrededores. Pueblos como Tobatí, Atyrá, Altos, Areguá, Ypané, Guarambaré, Itá y Yaguarón son ejemplos vivos de cómo se desarrolló la cultura paraguaya fuera y lejos de la influencia mercantil de los jesuitas. Cuando los jesuitas fueron expulsados en 1767, los nativos volvieron a su hábitat natural (la selva atlántica) y nunca fueron a Asunción y su área de influencia a educar o enseñar, prueba de ello es la extinción de la cerámica jesuítica y no la franciscana que aún se mantiene viva en Itá, Areguá y Tobatí[3][4].