Receta de Crema de espinaca sin leche

Receta de Crema de espinaca sin leche

Sopa vegana de espinacas con leche de coco

Esta sopa tiene un color verde brillante porque la mitad de las espinacas frescas se reservan y se mezclan en la sopa después de la cocción. Es un gran truco que también ayuda a retener todos los nutrientes que se encuentran en las espinacas frescas. Esta receta también es muy versátil. Es una sopa cálida y acogedora para el invierno, pero también es maravillosamente ligera, por lo que también funciona en verano. Puedes disfrutarla para el almuerzo con una ensalada sencilla o servirla con una cena completa para la familia.

No importa cuándo la tome, esta sopa es aún mejor cuando se sirve con una hogaza de pan integral crujiente y con semillas. Añada una cucharada de crema agria descremada o yogur griego natural para darle otra dimensión. Si quieres servir esta sopa con la cena, considera proteínas más ligeras como pescado, pollo o cerdo salteados o a la plancha.

“Una sopa rápida y fácil muy ideal para los días fríos de otoño/invierno. Muy nutritiva y saludable. Me encantó cómo las patatas le dieron a la sopa la consistencia y el espesor adecuados sin utilizar nata ni maicena. Creo que los puerros también sabrían muy bien en esta receta.” -Tara Omidvar

Receta de sopa de espinacas

Las espinacas frescas tiernas o maduras sirven para esta receta. Las espinacas tiernas son más prácticas porque suelen venderse ya limpias. Las espinacas maduras tienen más sabor pero pueden ser muy arenosas, así que lávalas bien. Para esta receta, puedes dejarles los tallos.

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La información nutricional se ha calculado utilizando una base de datos de ingredientes y debe considerarse una estimación. En los casos en los que se dan varias alternativas de ingredientes, se calcula la nutrición del primero de la lista. No se incluyen las guarniciones ni los ingredientes opcionales.

Receta de crema de espinacas

La sopa de espinacas es una sopa vegetariana sana y sustanciosa llena de sabor. Sírvela con pan crujiente o una tostada de queso para una acogedora cena entre semana. Todo lo que necesitas es un puñado de ingredientes y 30 minutos de tu tiempo. Te encantará por todo – delicioso, fácil de hacer, tan colorido y sin gluten con una opción vegana. Las espinacas son la prima donna de esta sabrosa y cremosa sopa, aportando su sabor único y vibrante color a este plato.

Como su nombre indica, esta sopa celebra la bondad y el sabor de las espinacas. Las hojas de espinaca se sofríen, se hacen puré y luego se cuecen a fuego lento en una olla llena de líquido condimentado y adquieren una textura rica con la adición de nata.

Mi sopa de espinacas es más cremosa, ya que he utilizado leche y nata para darle un suave toque dulce y una gran textura. La sopa se ha espesado y se le ha dado una dosis de fibra con harina de avena. Si no te gusta la avena, puedes utilizar harina común o harina de trigo.

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Ahora añade 2 ½ cucharadas soperas de harina de avena y rehoga durante 2 o 3 minutos, hasta que el sabor a crudo desaparezca por completo. Puede sustituir la harina de avena por 2 cucharadas de harina de trigo o harina para todo uso. Para hacer su propia harina de avena, muela 3 cucharadas de copos de avena hasta obtener un polvo fino en un molinillo pequeño. Utilice sólo 2 ½ cucharadas de harina.

Crema de espinacas con leche

Esta sopa vegana de crema de espinacas del libro de cocina The Blender Girl ha sido un alimento básico en mi casa durante años. Es ridículamente fácil, absolutamente deliciosa y se congela muy bien. Si quieres reducir el tiempo de preparación, puedes no tostar el ajo y, en su lugar, saltear 1 cucharada de ajo picado con la cebolla y la sal al principio de la receta. Pero el ajo asado entero aporta una exquisita profundidad de sabor que es difícil de superar.

Al igual que la sopa cremosa de coliflor, añadir 1/4 de taza de almendras escaldadas o anacardos crudos le da un toque cremoso a esta mezcla. Los que sigan la Dieta Ecológica Corporal pueden utilizar almendras blanqueadas en lugar de anacardos, ya que son alcalinizantes. Asegúrate de remojar los frutos secos en la sopa cocida y tritúralos bien para conseguir la consistencia más homogénea. Resiste la tentación de añadir más espinacas, ya que pueden hacer que la sopa quede aguada.

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