Receta de Sopa de patatas extremeña
Receta de caldo de papa
La sopa de ajo es un tipo de sopa que utiliza el ajo como ingrediente principal. En la cocina española, la sopa de ajo es una sopa de ajo tradicional hecha con pan y huevo[1] escalfados en caldo de pollo, y aderezada con ajo[2] y jerez.
En España, a veces se bate la clara de huevo en la sopa, como en la sopa de huevo. La sopa de ajo[8] es una sopa tradicional de invierno en Palencia, donde se elabora con pan mezclado con pimienta, agua y ajo. Se cuece lentamente y se suele añadir un huevo crudo a la sopa en el momento de servirla. La sopa de ajo también es tradicional en la cocina castellano-leonesa y castellano-manchega. En la cocina extremeña es tradicional la sopa blanca de ajos[cita requerida].
Sopa de patata mexicana
Me encantan las patatas. Una cesta de patatas recién cavadas me ha inspirado para cocinarlas casi todos los días. Aunque me encanta comer patatas nuevas al vapor con aceite de oliva y perejil picado, al cabo de unos días me apetece un poco de variedad.
España tiene docenas de platos de patatas diferentes (conté 35 recetas de patatas en uno de mis libros de cocina española). Muchos de ellos están pensados para ser platos principales robustos y económicos. Tal es el caso de las Patatas a lo Pobre, una receta clásica. Puede que sea pobre en carne, pero es rica en sabor. Y, aunque es un buen plato vegetariano, es más frecuente encontrarlo como guarnición de pescado, aves o carne. Yo lo sirvo con lomo de cerdo asado a las hierbas o al horno debajo de un pescado entero.
Algunos llaman a este plato patatas panaderas si se hace en el horno. Las dos recetas son prácticamente iguales: capas de patatas cortadas en rodajas, abundante aceite de oliva, cebolla, ajo y perejil. La versión que aprendí a hacer en el pueblo lleva además jugosas rodajas de tomate y pimiento verde.
Sopa de patata y tomate
En realidad, mi invierno andaluz resultó ser uno de los más lluviosos y gélidos que he vivido hasta ahora, la provincia de Jaén donde me alojé era una excepción renacentista a la norma morisca, y el acento andaluz bien podría clasificarse como un idioma aparte de lo difícil que resultaba entenderlo.
Pero la comida cumplió todas mis expectativas: aceitunas marinadas ácidas, caracoles hervidos picantes, sabroso jamón serrano y generosas tapas gratuitas hicieron que me apretara el cinturón durante todo el año. Una de mis partes favoritas de la cocina andaluza era su antigua y variada tradición de sopas frías, aunque quizás la palabra “sopa” en inglés no transmite del todo la naturaleza suave de las recetas de las que voy a hablar a continuación.
Todas estas sopas se basan en ajo, aceite de oliva, sal, vinagre y, normalmente, pan del día anterior. Desde este sencillo punto de partida, es fácil añadir más ingredientes y seguir apreciando sus sabores. Con almendras, tomates o la cosecha del huerto, estas sopas frías son una forma ligera y refrescante de probar la cocina española en un caluroso día de verano.
Recetas de sopa de patata
Esta sopa es muy popular en Extremadura. Sam dice que está deliciosa servida sobre rodajas de morcilla, o se puede utilizar caldo de pescado y añadir gambas a la guarnición.2 cucharadas de aceite de oliva2 cebollas grandes3 patatas harinosas grandes, peladas y cortadas en dados450g (1lb) de habas frescas (o congeladas) sin cáscara1,75 litros (3 pintas) de caldo de pollo6 ramitas de cilantro fresco picado150ml (5fl.oz) de nata ligera, más un poco para adornarSal y pimienta recién molidaCalentar el aceite en una sartén grande y freír las cebollas unos cinco minutos. No quemarlas. Añadir las patatas, la mayor parte de las judías (reservar un buen puñado para la guarnición) y el caldo, y llevar a ebullición. Cocer a fuego lento durante cinco minutos, añadir el cilantro y dejar cocer otros 10 minutos.Triturar la sopa por tandas en un robot de cocina o una batidora y volver a echarla en la cazuela enjuagada.Añadir la nata, sazonar y volver a dejar cocer a fuego lento. Servir con el cilantro, las judías y una gota de nata por encima.