Receta de Chilaquiles rojos con pollo

Receta de salsa roja para chilaquiles

Como los chiles guajillo son chiles secos, tendrás que remojarlos en agua caliente de 10 a 15 minutos para que se ablanden. Retíralos (reserva el agua caliente de remojo si utilizas caldo de pollo en polvo en lugar de caldo de pollo). Quitar los tallos y las semillas.

Vierta de 2/3 a 1 taza de aceite vegetal en una sartén grande y póngala a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, añade suficientes triángulos de tortilla para cubrir el fondo de la sartén. El aceite empezará a burbujear mucho cuando añada los triángulos de tortilla.

Sirva inmediatamente y cubra con crema agria, cebolla en rodajas, cilantro picado, queso fresco desmenuzado y aguacate en rodajas, o adorne al gusto. Nota: Para agregar proteínas, agregue pollo desmenuzado a los chilaquiles rojos, o sirva huevos fritos a un lado.

Receta de chilaquiles verdes

Kenji fue director culinario de Serious Eats y actualmente es consultor culinario del sitio. También es columnista gastronómico del New York Times y autor de The Food Lab: Better Home Cooking Through Science.

Hay algunas palabras que normalmente no se asocian con la buena comida. Húmeda. Blanda. Empapada. No son calificativos que uno quiera llevarse a la boca. Pero hay excepciones para todas las reglas, y sucede que uno de los platos más deliciosos de todos los tiempos encaja en las tres definiciones. Resulta que chilaquiles suena mucho mejor que “nachos húmedos, blandos y empapados”.

Vale, estoy siendo un poco injusto. Los mejores chilaquiles (los que buscamos) no son tan húmedos como mojados, y no son tan blandos como “suavemente ablandados hasta que los chips conservan sólo un poco de crujido, pero se disuelven en la boca en una mezcla de almidón reconfortante y salsa picante”. Pero aún así, a la hora de la verdad, los chilaquiles son esencialmente nachos empapados: una excusa para desayunar patatas fritas con salsa.

Chilaquiles de pollo en sartén

Los chilaquiles vienen en una variedad interminable de sabores – rojo, verde y salsa de guajillo, por nombrar algunos. Su nombre significa, más o menos, “estar bañados en chiles”, en referencia a las tortillas fritas que se bañan en la salsa hecha con varios chiles secos populares en todo México. Para mí, los chilaquiles rojos son básicamente nachos para el desayuno, ¡y me encantan!

Sin duda, los chilaquiles rojos con pollo son una de las comidas que más me recuerdan mi infancia en México. Mi mamá siempre cortaba las tortillas en triangulitos y las freía y luego en la cola, mi hermano mayor y yo nos escabullíamos, agarrábamos un par de ellas y nos escondíamos mientras las comíamos.

Esto siempre parecía molestar a mi mamá y nos decía “¡dejen de comerse todas las tortillas o los chilaquiles nunca estarán listos para comerse!”. Eso usualmente era suficiente para convencernos de regresar los totopos, ¡porque claro que queríamos los deliciosos chilaquiles, no sólo los totopos!

Para hacer la deliciosa salsa roja para estos chilaquiles, necesitas combinar los tomates, junto con los chiles secos que han sido desvenados, y hervidos en agua como en mi receta de Tacos Barbacoa. Luego, licúalos en una licuadora antes de agregar algunos condimentos adicionales y cocinar a fuego medio. Una vez cocidos, sumerge los totopos en la salsa hasta cubrirlos por completo.

Receta de chilaquiles

Cuando alguien piensa en los chilaquiles puede concluir que se trata de un platillo sencillo y poco elaborado ya que sólo consiste en trozos de tortilla bañados con salsa . Pero la realidad es que esconden toda una estructura de sabores y texturas. Esto se logra mezclando muchos ingredientes en su preparación.

Estos chilaquiles además de tener muchos ingredientes que combinan también se le agrega pollo. De esta manera el platillo se vuelve grande, muy nutritivo y es un muy buen día de empezar el día – con mucha energía .