Receta de Empanadas mallorquinas
Jhinge Ki Dum Biryani | झींगा बिरयानी आसान तरीके से बनाएं
Share82TweetFlipPinMientras los escaparates de Barcelona se convierten en un auténtico museo con sus monas de Pascua cargadas de color y múltiples formas en la isla de Mallorca, las protagonistas indiscutibles de la Semana Santa son, con permiso de los crespells y los robiols (la cara dulce), las empanadas. Se preparan casi un mes antes de las fiestas (aunque esto depende de cada casa), ya que requieren trabajo y varias manos para preparar un buen surtido para el festín del domingo. Porque si hay algo que uno no se puede permitir ese día es que falten empanadas, ya sean dulces o saladas. Aunque ese día va a ser un buen atracón a base de manteca de cerdo, el ingrediente esencial de cualquiera de las recetas mencionadas.
Rellenas de cordero y carne sobrasada, de guisantes con alcachofas y camaiot o de rape con bechamel -aunque sean una innovación, son un auténtico bocatto di cardinale-, las empanadas más consumidas son las de carne. Aunque podemos encontrarlas en muchos hornos durante todo el año, son más típicas durante las vacaciones de Semana Santa.
Rollitos de puerro
Su variedad de productos y sabores son otra de las razones por las que la gastronomía mallorquina es un gran aliciente para visitar esta comunidad insular (además de su gran variedad de oportunidades para hacer fotos de postal). Disfrute en su paladar de los sabrosos matices de cada rincón de la isla. Palma, Serra de Tramuntana, Raiguer, Palma de Mallorca, Migjorn y Llevant.
La recolección de hortalizas y cereales es habitual en Mallorca, y esto se refleja en gran medida en su gastronomía. El cerdo del interior y el pescado de la costa son otros dos ingredientes principales de las recetas tradicionales mallorquinas. Y, por supuesto, la isla cuenta también con una larga tradición panadera y pastelera que se remonta a antes del siglo XIV.
La comida de Palma de Mallorca tiene un característico sabor tradicional. A pesar del paso de los años, la comida mallorquina ha sabido mantener sus tradiciones culinarias a la vez que ha incorporado innovaciones de otras cocinas.
Sin duda, uno de los platos más conocidos de Mallorca. Este arroz caldoso tiene una deliciosa combinación de carnes y verduras: setas, judías verdes, pollo, conejo, costillas de cerdo, guisantes, cebolla, tomate y azafrán. Su sabor único se debe a su condimento especial de canela, nuez moscada, clavo y pimienta negra.
कीमा रोल्स की रेसिपी | cómo hacer rollito keema crujiente.
Se acerca la Semana Santa, y con ella una rica gastronomía que todos los años esperamos con ansia. Una de las cosas que más me gusta en estas fechas es la empanada, o panades, como las llaman en Mallorca. Hay que esperar hasta Semana Santa para comer empanadas.
¿Se ha preguntado alguna vez por qué algunos platos de nuestra cocina se asocian a determinadas fechas del calendario, o a acontecimientos religiosos? Por qué comemos las empanadas en Semana Santa y no en Navidad. Hay una razón y aquí se la explicamos.
Tras el ayuno del Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, se retoma la posibilidad de comer carne. Así, el sábado siguiente es costumbre comer cordero frito, empanadas de carne y guisantes, y de postre rubiols y crespells.
El domingo de Pascua era tradición que grupos de jóvenes fueran a cantar por las casas a cambio de unos crespells, rubiols y, si tenían suerte, alguna empanada. En la Mallorca actual, esta costumbre sólo se mantiene en algunos pueblos.
Recepta coca de patata
Decidimos hacer nuestra segunda receta mallorquina. La primera fue sobre los Sospiros, que puedes consultar aquí. Si quieres pasar directamente a la receta, ve directamente al final, pero algo de esto requiere alguna explicación.
*Nota: Hemos intentado improvisar nuestra receta a partir de fuentes españolas o catalanas para ofrecerte la receta más auténtica. Sin embargo, la mayoría de los blogs de cocina españoles/catalanes están dirigidos por abuelas, que llevan toda la vida preparando empanadas y no creen en las medidas. Utilizan términos como “un poco” o “más o menos esta cantidad”. La más científica de todas usaba una taza del tamaño de la que se usa para la leche, y decía “dos de éstas para la manteca, la mitad para el aceite, etc.”.
Eché los guisantes y las cebollas en una cacerola, los cubrí con agua y los puse a hervir. Cuando estaban bien cocidos, los escurrí y añadí el aceite de oliva y la media pastilla de caldo (reservé la cantidad justa de agua hirviendo para disolverla, pero no tanta como para que quedara aguada, como mucho una cucharada sopera).