Receta de PATO PARRILLA
Pato barbacoa
Cuando se trata de parrillas, la mayoría de los cocineros de traspatio eligen modelos de gas o de carbón. Los maestros del gas sostienen que se obtiene mucho sabor con una unidad de propano y que la comodidad de disponer de calor relativamente instantáneo compensa cualquier condimento sutil que pueda aportar el humo real de la leña o el carbón. En el otro lado de la valla, los puristas de la parrilla se mantienen firmes en su afirmación de que la única forma de conseguir un verdadero sabor ahumado es a través de brasas de madera o carbón. En mi opinión, no hay un tipo correcto o incorrecto de barbacoa. La mía cuenta con una parrilla de propano, una caja de carbón al estilo tejano y un ahumador Oklahoma de leña.
Recetas de magret de pato a la plancha
Con el otoño en todo su esplendor, me apetecen platos contundentes y reconfortantes. Aún no he abandonado la parrilla a los desiertos nevados (y, a decir verdad, hago algunas parrilladas durante el invierno), así que algo contundente, otoñal y a la parrilla suena muy bien, y ahí es donde entra en juego la pechuga de pato a la parrilla.
El magret de pato es maravilloso. Cálida, sustanciosa, parecida a un filete y perfecta cuando se cocina a término medio (sí, es seguro), el pato es una comida otoñal estupenda. Tanto si lo cazas como si lo compras de granja, la pechuga de pato a la plancha es el plato perfecto para el otoño. Aquí le daremos los consejos térmicos que necesita para triunfar asando pechuga de pato. Pista: ¡no se trata de echar esta carne a la parrilla sin más! Siga leyendo.
Asar pechuga de pato presenta dos dificultades particulares. La primera es que la piel y la carne deben cocinarse de forma diferente. La piel debe estar bien tierna, para que la gruesa capa de grasa no quede blanda y gomosa. Una pechuga de pato bien cocinada tendrá la piel crujiente y tostada, como el beicon, sin rastro de grasa gomosa. La segunda dificultad se deriva de la primera: si toda esa grasa se derramara sobre las brasas de una parrilla, la bola de fuego resultante no dejaría más que un desastre carbonizado e incomestible.
Pato glaseado
El secreto para cocinar pato a la perfección está en asarlo lentamente, y el mejor lugar para hacerlo es a la parrilla o en el ahumador. Antes de empezar a cocinar un pato, hay puntos clave que debe conocer. El pato no se cocina como el pollo y no sabe a pollo. El pato es una carne totalmente oscura -incluso las pechugas- y tiene una gruesa capa de grasa que no querrás comer. Lo ideal es que el pato cocido apenas tenga grasa y que la piel sea fina y crujiente.
La parte más importante de cocinar un pato es eliminar esa grasa. Hay varias estrategias para hacerlo, como cocer el pato al vapor sobre agua hirviendo durante unos 20 o 30 minutos. Se trata de un método tradicional, pero cocina el pato y bloquea la absorción del sabor ahumado al cocinarlo. Esto no es conveniente si se quiere asar o ahumar el pato.
Otro truco consiste en perforar la piel del pato a intervalos regulares, aproximadamente cada centímetro por toda la superficie del pato, pero con cuidado. Hay que cortar la piel y la grasa, pero no la carne. La mejor forma de hacerlo es empujando suavemente la piel con un cuchillo. La grasa es más fácil de cortar que la carne, así que una vez que haya atravesado la piel, empuje con cuidado hasta que note resistencia. Estas aberturas permitirán que la grasa escurra del pato.
Recetas chinas de magret de pato
Me gusta pensar en el magret de pato como en el filete de ternera de las aves de corral -una carne roja, oscura y rica que se sirve medio cruda (a diferencia de la pechuga de pollo)- con una ventaja añadida: una piel crujiente y rica como el tocino. A mí me gusta servirlo con una salsa de cerezas frescas (el pato tiene una afinidad natural con los frutos rojos), y se puede seguir con el tema de las cerezas ahumando el pato con madera de cerezo. Si no suele asar pato a la parrilla, ésta es una buena manera de probarlo, y es mucho más fácil y limpio que cocinar un pato entero.
Las pechugas de pato fresco se pueden comprar en D’Artagnan. El polvo de cinco especias es una mezcla de especias chinas con el sabor ahumado y licoroso del anís estrellado. Encuéntrela en la sección de especias de su supermercado o en Internet.
Imagine la pechuga de pato perfecta: piel oscura y crujiente; carne húmeda y sonrosada en el centro. La mejor manera de conseguirlo es asarlo en dos pasos: Primero, dore la piel en una plancha o sartén de hierro fundido caliente y, a continuación, termine de cocinar la pechuga en la parrilla.
1: Recorte los tendones de las pechugas de pato con un cuchillo afilado. Cortar la piel de cada pechuga en forma de rombo. Los cortes deben ser de unos 2,5 cm de profundidad y estar separados entre sí por 2,5 cm. (Corta sólo la piel, no la carne de la pechuga).