Receta de Callo con Salchicha y Garbanzos
Receta de callos a la andaluza
Sí, ya sé que fuera hace 100 grados. También hace calor en Túnez, de donde procede esta receta. La shakshuka es un desayuno tradicional tunecino compuesto de tomates, pimientos, especias y huevos escalfados cocinados a fuego lento. Está pensado para que resulte picante, lo que es un ingenioso método DIY para mantenerse fresco en el calor sahariano (cuanto más sudas, más te enfrías). En cuanto a mí, acepto cualquier cosa picante por el mero hecho de serlo, independientemente de la temperatura y la geografía, sobre todo si es comida reconfortante como ésta. Los tunecinos llaman desayuno al shakshuka, pero yo le he añadido salchichas, col rizada y garbanzos (¿por qué contenerme?) y prefiero llamarlo cena. Está delicioso tal cual, servido con pan crujiente para absorber la salsa y la yema. Para una comida completa, vierta el cuscús preparado en cuencos poco profundos. Haga un hueco en el centro del cuscús y vierta el ragú y el huevo en el centro del cuscús. Como acompañamiento, sólo necesita ensalada verde, vino frío y un abanico.
1. Calentar 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén honda apta para horno a fuego medio-alto. Añada las salchichas y dórelas por todos los lados, unos 4 minutos. Transfiera las salchichas con una espumadera a un plato forrado con una toalla de papel. Deseche el aceite de la sartén, pero no la enjuague.
Callos receta española
Katie Leaird es una desarrolladora de recetas y escritora gastronómica que prepara demasiada pasta y pasteles a diario. Pasó cinco años en America’s Test Kitchen y ahora colabora con Kitchn y la revista Hannaford’s Fresh, además de elaborar recetas y probar equipos para Serious Eats.
Hay pocas cosas más reconfortantes que un cuenco humeante de pasta y alubias, o como a mí me gusta llamarlo, una dosis curativa de almidón sobre almidón. Tanto la pasta como los garbanzos son alimentos básicos de la cocina italiana y, dependiendo de a quién preguntes, la pasta e ceci puede denominarse sopa, guiso o plato de pasta. Dado lo baratos y saciantes que son ambos ingredientes, tiene sentido que la gente los haya cocinado juntos, a su manera, prácticamente desde siempre. Algunas versiones son caldosas como una sopa, mientras que otras parecen fideos en salsa de garbanzos. A veces, las verduras desempeñan un papel secundario; otras, la carne se cuela en la olla. Se puede preparar con fideos tubulares cortos, como los ditalini, con tiras rotas de pasta larga o con cualquier otro tipo de fideo fresco o seco.
Receta de callos
La Boquería de Barcelona es quizás el mercado de abastos más famoso del mundo, y el más famoso de sus bares-restaurantes es sin duda Pinotxo, regentado por el también famoso Juanito Bayen. Su inmaculado sentido del vestir y su reputación de tratar a sus clientes como si fueran de la familia han hecho de él y de su establecimiento de 14 mesas un lugar legendario. De hecho, su espíritu generoso es tal que son muchas las historias en las que espontáneamente abre magnums de cava rosado a las 11 de la mañana y reparte copas. Parece que todos los que saben de gastronomía han ido a parar a su local cuando pasaban por Barcelona de camino a otros establecimientos notables como El Celler de Can Roca y la Bodega 1900 de Albert Adrià. Todos menos nosotros. De hecho, durante nuestra visita a Barcelona, ni siquiera llegamos a La Boquería, a pesar de alojarnos a unos trescientos metros por Las Ramblas, y debimos pasar por delante más de un par de veces mientras explorábamos la ciudad.
Si esto nos convierte en malos gastrónomos, tendremos que vivir con ello hasta que la economía y los hijos nos permitan volver. Para ser justos, lo mismo puede decirse del famoso Borough Market de Londres. Aunque en su caso, fui residente en Londres durante tres años, por lo que las circunstancias son menos atenuantes. Es decir, a menos que uno lo considere en el contexto de la absoluta penuria a la que me redujo vivir en Londres cuando tenía poco más de veinte años. Como tal, puede entenderse mi falta de voluntad para someterme a la angustia de mirar embobado un mar de comestibles inalcanzables mientras sacudía las monedas ganadas con tanto esfuerzo en mis raídos bolsillos.
Lengua madrileña receta
La tripa de ternera, que es el revestimiento del estómago de la res, se llama callos en español. Con ella se elabora un plato muy tradicional en Madrid y que se ha servido en tabernas y mesas familiares durante siglos. Es una comida contundente, perfecta para los fríos días de invierno.
Como todos los platos tradicionales, hay muchas variaciones. Esta receta lleva jamón serrano y morcilla, mientras que otras llevan carrillada de buey y un chorrito de vino blanco. También tiene la opción de añadir garbanzos; aunque no es lo tradicional en este plato de callos, las alubias espesan un poco el caldo.
Se pueden encontrar callos de ternera en la mayoría de los mercados. Hay tres tipos de callos: los de panal (los más tiernos), los de bolsillo (menos tiernos) y los lisos (los menos tiernos). Si puede, compre los callos alveolados. Esta receta también lleva pata de ternera o de cerdo; cuando la compre, asegúrese de que está cortada por la mitad. El carnicero local puede cortarla en segundos con sus afiladas herramientas.
Los callos son un complemento delicioso para sopas y guisos, pero si no se preparan correctamente pueden tener un olor desagradable. Es importante limpiar bien los callos antes de cocinarlos. Remojar los callos limpios en una solución de vinagre y agua puede ayudar a contrarrestar el olor, al igual que hervirlos, escurrirlos y enjuagarlos una o dos veces.