Receta de Gazpacho extremeño refrescante
Ingredientes del gazpacho
Cuando el calor del verano empieza a hacer que los días sean insoportablemente calurosos, toda ama de casa española que se precie, así como la mayoría de los cocineros de restaurantes, recurren a dos sabrosas sopas frías, el Gazpacho Andaluz y el Ajoblanco. Estos dos platos fríos, y la siesta de la tarde, que aún se observa con vigor en el sur de España, hacen soportable el calor.
Tomates maduros, cebolla blanca suave, pepino, pimiento verde y rojo, aceite de oliva virgen extra, vinagre blanco de jerez, sal y una cucharada de ajo; métalos en una batidora con un poco de agua helada y conviértalos en una receta refrescante que utiliza verduras de temporada fáciles de conseguir y muy nutritivas, con altos niveles de vitaminas, antioxidantes y minerales. Estos ingredientes son los que componen el tradicional gazpacho andaluz, un plato popular en el sur de España desde hace mucho tiempo. Pero, por supuesto, la mayoría de los cocineros tienen sus propias versiones de esta sopa, muchas veces transmitidas por abuelas y bisabuelas. También se pueden encontrar gazpachos en otras regiones además de Andalucía que también incluyen tradicionalmente pollo cocido desmenuzado o huevos duros cocidos y cortados en dados e incluso carne de conejo desmenuzada, que es un ingrediente clásico en el sur de Extremadura.
¿Es ceto el gazpacho?
De hecho, el nombre de Andalucía procede del reino árabe de Al-Ándalus. Encontrará diversas influencias moriscas tanto en la arquitectura, como la alhambra de Granada y la mezquita de Córdoba, como en la cocina, sobre todo en la Andalucía actual.
Tras su introducción, los almendros se convirtieron en un cultivo popular en España, muy adecuado para el clima y el terreno. España es el segundo productor mundial de almendras, después de Estados Unidos.
Los polverones son un dulce clásico a base de almendras, especialmente popular en Navidad, mientras que el turrón tiene muchas variantes, pero casi todas incluyen almendras enteras o en pasta.
Se le puede añadir más o menos ajo según el paladar. Esta versión lleva un poco, pero no tiene demasiado sabor a ajo. Si desea que el sabor a ajo sea más pronunciado, puede añadir más.
*Si su batidora ha dejado la mezcla muy granulada, puede colarla ligeramente antes de servirla, pero merece la pena probarla antes, ya que puede que no sepa tan gruesa como parece.
El mejor gazpacho del mundo
¿Qué plato fresco y sano podría preparar cuando el verano se abre paso en nuestras vidas, con todo su esplendor y buen humor, invitándonos a experimentar con nuevas recetas que nos hagan disfrutar de verdad comiendo alimentos ligeros, frescos y nutritivos? Pues bien, hemos ideado algo tonificante para el cuerpo y la mente, diseñado pensando en el calor del verano y, sobre todo, en la necesidad de mantenerse hidratado, e inspirado en un país casi definido por el calor de su tierra: España. Así, de una mezcla de nuestra imaginación y la tradición culinaria de Iberia, presentamos una revisitación del clásico Gazpacho que es un poco diferente de la sopa fría normal que se toma en Andalucía y que se ha hecho famosa en todo el mundo. Realzando esta especialidad española con las mejores verduras de temporada, podemos mantenernos en forma sin sacrificar en absoluto el sabor.
Lavar y limpiar todas las verduras, cortarlas en trozos pequeños y colocarlas en un recipiente alto y estrecho. Con una batidora de inmersión, tritúrelo todo bien hasta obtener una mezcla homogénea. Añadir el zumo de lima, el tabasco y el aceite, y volver a mezclar bien. Añadir la sal y el azúcar, probar para comprobar si está a su gusto – añadir más si es necesario. Con la batidora en marcha, añadir el aceite en un chorrito lento para crear una emulsión. A continuación, añada el pan rallado y vuelva a mezclar bien. Mételo en la nevera unos 20 minutos y sírvelo en vasitos o cuencos con un poco de pimienta recién molida y un chorrito de aceite de oliva. ¡Su gazpacho está listo!
Gazpacho de mango
Los andaluces atribuyen la invención del gazpacho a los romanos, aunque, obviamente, la versión romana llegó unos siglos antes de lo previsto para incluir tomates. Lo más probable es que este protogazpacho se concibiera como una forma de aprovechar el pan duro en las cocinas campesinas, y consistiera en poco más que cortezas viejas, vinagre, agua, aceite de oliva y sal. Con el tiempo, los romanos se marcharon y Córdoba y Sevilla se convirtieron de facto en la cuna del gazpacho, dando lugar a multitud de variantes vegetales.
Paso 1: Se ponen en un bol grande el ajo, la cebolla, el pimiento, el pepino y los tomates picados. Paso 2: Se añade el pan y se sazona con sal y pimienta al gusto. Paso 3: Añadir el aceite de oliva, la passata, el vinagre de jerez y el azúcar. Paso 4: Aprieta la mezcla con las manos para mezclar los sabores. Paso 5: Tápalo y mételo en la nevera toda la noche para que se enfríe. Paso 6: Sacar la mezcla del frigorífico y machacarla en un mortero hasta obtener una mezcla homogénea (también se puede triturar en un robot de cocina). Paso 7: Volver a meter en el frigorífico hasta el momento de servir. Paso 8: Presente el gazpacho en la mesa, acompañado de pan blanco tostado y crujiente, untado con aceite de oliva y salpimentado, para mojar.